"Brasil ha dado un
paso decisivo hacía atrás. La
aprobación de los cambios en el texto
del Código Forestal es una derrota
para la selva amazónica y para la Presidenta
Dilma. La nueva ley es un duro golpe a las
promesas de Dilma para luchar contra la amnistía
a delitos forestales del pasado y la pérdida
de más bosques. La Presidenta tiene
que tomar de nuevo el control y vetar este
nuevo Código Forestal", afirmó
Paulo Adario, director de la campaña
de Amazonia en Greenpeace Brasil.
"El Parlamento, lejos
del deseo del pueblo brasileño de proteger
la Amazonia, ha cedido a los intereses de
unos pocos", continúa Adario.
El Código Forestal
tiene 76 años y es el principal instrumento
que protege los bosques de Brasil incluyendo
la selva amazónica. Los cambios en
el texto de la normativa también comprometen
los acuerdos internacionales que firmó
Lula da Silva, en diciembre de 2009, durante
la Conferencia sobre Cambio Climático
en Copenhague, donde Brasil se comprometió
a objetivos muy ambiciosos de reducción
de emisiones de CO2. El último paso
de esta ley recae en Dilma. El futuro de la
Amazonia y de los compromisos internacionales
de Brasil sobre cambio climático están
bajo amenaza.
Adario añade: "El
voto del Gobierno en los cambios del Código
Forestal arroja una sombra oscura a la reputación
de Brasil como líder global en la lucha
contra la deforestación y el cambio
climático. Se pone como excusa el progreso,
sin embargo se ha demostrado que en los últimos
años ha habido un crecimiento económico
con un aumento de las exportaciones y un decrecimiento
en la pérdida de bosques".
Esta decisión del
Gobierno de Brasil se produce a tan sólo
unas semanas de acoger a la comunidad internacional
para celebrar la Conferencia de Naciones Unidas
sobre Desarrollo Sostenible. Todas las miradas
estarán puestas en la Presidenta Dilma:
ella elegirá cuál es el camino
para el futuro desarrollo de Brasil.
Actualmente el RainbowWarrior
está en la Amazonia, exponiendo los
motivos de la deforestación y destacando
las soluciones para el futuro. Greenpeace
junto con la sociedad civil brasileña
ha lanzado una iniciativa popular para conseguir
una Ley de Deforestación Cero que sea
la solución definitiva y permanente
para proteger los bosques.
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Manejo forestal comunitario
llega a agenda del PAN
La candidata señaló
que es importante estar abiertos y dispuestos
a “tomar definiciones” para que también
se apoye a las comunidades que hacen Manejo
Forestal.
Respecto al tema de la tala
clandestina declaró que éste
es un problema que debe resolverse con responsabilidad
de los gobiernos locales y el federal. Dijo
que para que la tala clandestina sea considerada
delito grave debe perseguirse también
con el mismo rigor desde las administraciones
locales. Dijo que es necesario revisar la
legislación a nivel local para que
sea delito grave.
Al respecto, Paloma Neumann,
coordinadora de la campaña de bosques
de Greenpeace señalo:
“Es positivo que Josefina
Vázquez Mota tenga en mente el importante
papel que juegan las comunidades indígenas,
ejidos y pequeños propietarios en el
manejo sostenible y conservación de
los bosques de México”.
“Sin embargo, esperamos
que en el futuro próximo podamos escuchar
propuestas sustentadas en un análisis
integral acerca de los cambios que se requiere
hacer en la política nacional que atiende
la problemática del sector forestal”.
“México necesita
una [R]evolución forestal con base
en información confiable y actualizada
sobre el estado de los bosques y selvas del
país, una clara valoración de
la importancia del esfuerzo que realizan las
comunidades que hacen Manejo Forestal Sostenible
y una política gubernamental que apoye
estas experiencias con una visión rural-territorial”.