Greenpeace
entregó a los gobiernos de Argentina y Uruguay
la llave que destraba el conflicto de las papeleras:
los activistas que bloquearon un camión de
Botnia levantaron hoy la acción luego de
permanecer durante toda la noche como cepos humanos
impidiendo la circulación del vehiculo. La
organización reclama que se detengan las
obras y se acuerde un plan regional de producción
limpia para la industria del papel.
COLON y MONTEVIDEO 20 de enero de 2006-- Greenpeace
entregó a los gobiernos de Argentina y Uruguay
la llave que “destraba” la controversia diplomática
planteada por la construcción de las plantas
papeleras en Fray Bentos y levantó el bloqueo
de un camión con materiales para la empresa
Botnia que un grupo de diez activistas mantuvo durante
veinte horas en la localidad entrerriana de Fray
Bentos.
Las llaves de los cepos con que
los militantes se encadenaron al camión que
transportaba estructuras metálicas desde
Chile hacia Uruguay fueron entregadas a las cancillerías
de la Argentina y Uruguay como un gesto simbólico
para que ambos gobiernos “destraben” el conflicto,
adoptando un plan de producción limpio regional
que incluya la situación de las plantas uruguayas
y de las que funcionan en la Argentina.
Los ambientalistas, entre los
que se encontraban activistas procedentes de Alemania,
Argentina, Brasil, Chile, Finlandia, Italia, México
y Uruguay, detuvieron ayer el camión en la
estación de pesaje del puesto fronterizo
del puente internacional que une las localidades
de Colón (Argentina) con Paysandú
(Uruguay).
De este modo, Greenpeace reiteró
su reclamo a los residentes de Uruguay, Tabaré
Vázquez y de Argentina, Néstor Kirchner,
para que pongan fin a la controversia diplomática
planteada por la instalación de las plantas
celulósicas en Fray Bentos acordando un plan
de producción limpia regional.
“Es necesario sentarse a conversar
para dejar de lado una rivalidad que parece instalada
en términos casi futbolísticos y abordar
seriamente un problema ambiental de carácter
regional, en el que está involucrado un ecosistema
compartido por las dos naciones y donde se pone
en juego la autoridad de los estados para establecer
reglas del juego claras y no dejarse avasallar por
las corporaciones internacionales de la industria
papelera”, sostuvo Martín Prieto, director
Ejecutivo de Greenpeace Cono Sur.
“Detuvimos este transporte para
impedir la construcción de la planta de Botnia,
que junto con la de la empresa Ence, conforma un
polo de producción gigantesco de 1.500.000
toneladas anuales de celulosa y utilizará
un tipo de tecnología que producirá
la destrucción de los ecosistemas del río
Uruguay. Por eso exigimos a las autoridades argentinas
y uruguayas que adopten un plan regional de producción
limpia para la industria del papel”, sostuvo Martín
Prieto, director Ejecutivo de Greenpeace Cono Sur.
Por su parte, el director Político
de Greenpeace Cono Sur, Juan Carlos Villalonga,
señaló que “en manos de las máxima
autoridades de ambos países está la
solución a este conflicto y la solución
existe, ambos países pueden y deben acordar
un Plan de Producción Limpia para la industria
papelera, tanto para las plantas que se pretenden
instalar en la región como para el sector
hoy existente".
Prieto le entregó anoche
a la cancillería argentina las llaves de
los bloqueadores con que se encadenaron los activistas
y Villalonga hizo lo propio ante las autoridades
uruguayas, en Montevideo.