Uno de los buques de la flota
ballenera japonesa en aguas del Santuario Antártico
embistió al buque de Greenpeace Arctic Sunrise
poniendo en grave peligro al buque y su tripulación
09 enero 2006 - Internacional
— Durante la madrugada del domingo 9 de enero el
buque ballenero japonés Nisshin Maru había
estado transfiriendo carne de ballena de sus bodegas
a un buque de suministros, el Oriental Bluebird.
Desde temprano por la mañana activistas de
Greenpeace a bordo de lanchas comenzaron a pintar
las palabras “carne de ballena del Santuario” en
el costado del Oriental Bluebird. Aún así
esta acción no impidió en forma alguna
el trasbordo de carne y las pequeñas lanchas
no representaron ningún peligro para los
buques implicados en la actividad.
El Arctic Sunrise se encontraba
observando esta acción desde más de
un kilómetro de distancia. Cuando los activistas
terminaron de pintar el casco, el Nisshin Maru se
desenganchó del buque de suministro repentinamente
y se dirigió hacia el Artic Sunrise, golpeándolo
en el lado de babor.
"No hay palabras para describir
este hecho. Nos han embestido deliberadamente poniendo
en serio peligro la seguridad de nuestro barco y
las vidas de nuestra tripulación", declaró
desde el Artic Sunrise Shane Rattenbury, responsable
de la expedición de Greenpeace.
Aunque el impacto ha causado daños
al Arctic Sunrise no ha impedido que siga participando
en la expedición, si bien su tripulación
ha tenido que asegurar el mástil y la cubierta
de proa. Inmediatamente después del impacto
el Nisshin Maru abandonó el lugar del impacto.
Tanto el Arctic Sunrise como el Esperanza, el otro
barco de Greenpeace que participa en la campaña
para impedir la caza de ballenas, siguen en este
momento a la flota ballenera con la intención
de continuar su protesta pacífica contra
esta actividad.
Greenpeace ha informado repetidamente
a la flota ballenera y a la organización
que la controla en Tokyo, el Instituto de Investigación
de Cetáceos, de sus intenciones pacíficas
y del propósito de la protesta contra la
caza.
"Durante los últimos
días los activistas de Greenpeace se han
interpuesto en repetidas ocasiones entre los arpones
de los balleneros y su presa para proteger a las
ballenas y defender el Santuario Antártico.
Estas intimidaciones no impedirán que defendamos
a las ballenas ni que distribuyamos las imágenes
de la caza al mundo", ha declarado Sebastián
Losada, responsable de la campaña de Oceános
de Greenpeace.
Como respuesta a las protestas
internacionales y a las repetidas llamadas de la
Comisión Ballenera Internacional (CBI) para
que detenga su programa de "caza científica"
anual, este año la Agencia Pesquera de Japón
ha duplicado sus planes de captura de rorcuales
aliblancos, pasando a 935 ejemplares, y ha añadido
10 rorcuales comunes, consideradas amenazadas. Durante
los próximos 2 años 40 rorcuales comunes
más se añadirán a este programa
además de 50 yubartas. El rorcual común
es la segunda mayor criatura sobre la tierra, después
de la ballena azul. Este programa tiene lugar en
el Santuario Antártico, declarado por la
comunidad internacional para proteger un lugar de
alimentación fundamental para las poblaciones
de ballenas.