Activistas
de Greenpeace caracterizados como los presidentes
Vazquez y Kirchner asisten una clase de produccion
limpia. Greenpeace reclama a la Argentina y Uruguay
que hagan todo lo posible para evitar la contaminacion
del Rio Uruguay.
MONTEVIDEO, 9 de febrero de 2006.–
Greenpeace realizó una nueva protesta al
caracterizar a los presidentes Kirchner y Vázquez
recibiendo una clase especial de producción
limpia de papel y modos de evitar la contaminación
del Río Uruguay, con el objetivo de reclamar
un encuentro al más alto nivel para adoptar
un plan para la industria en la región.
"Con esta demostración
queremos señalar la necesidad de que ambos
países comprendan el desafío que significa
la llegada de empresas como Botnia y Ence a la región
y que es imprescindible adoptar criterios comunes
para exigir al sector de la celulosa las mejores
tecnologías y criterios de sustentabilidad
y cuidado ambiental", explicó Juan Carlos
Villalonga, director político de Greenpeace
Cono Sur.
Dos activistas de la organización
caracterizados como los Presidentes de la República
Argentina y de la República Oriental del
Uruguay “escucharon” –de otra activista disfrazada
de maestra– una clase especial sobre papeleras y
producción limpia en la explanada principal
del Palacio Legislativo, en Montevideo.
La “maestra” explicó, entre
otros aspectos, las bondades de la explotación
forestal sustentable y de la producción de
celulosa libre de cloro.
Un activista argentino de Greenpeace
caracterizado como Tabaré Vázquez
y un activista uruguayo caracterizado como Kirchner
finalizaron las clase estrechando sus manos acordando
la protección del Río Uruguay. "Es
lo que todos quisiéramos ver que ocurra y
eso es posible si dejamos de lado las agendas y
cronogramas de las empresas y ponemos el acento
en lo que la gente está reclamando",
indicó Villalonga.
Desde el inicio del conflicto,
la organización ambientalista viene reclamando
la necesidad de adoptar por parte de ambos países
de lo que denominan un "Plan de Producción
Limpia para el Sector del Papel".
"Es necesario que Uruguay
y la Argentina acuerden criterios comunes para una
industria que pretende expandirse a gran escala
en nuestros países y que es de alto impacto
en cada una de sus etapas. La contaminación
no respeta fronteras", explicó Villalonga.
"Este es el momento oportuno para hacerlo,
y es urgente discutir estos criterios antes que
sea demasiado tarde", añadió.
Greenpeace propone, como parte
del plan de modernización del sector papelero
en ambos países, la adopción de criterios
para la explotación forestal sustentable,
adoptar tecnologías de blanqueo de la pulpa
de celulosa libre de cloro y hacer cumplir con estos
criterios al sector de celulosa que ya existe tanto
en Argentina como Uruguay.
"Para Greenpeace deben recrearse
canales de diálogo entre ambos países
y se debe abordar seriamente una discusión
técnica y política para acordar criterios
comunes para el sector papelero y de esa manera
destrabar el conflicto existente por las plantas
de Botnia y Ence", señaló.
Sobre las plantas de Botnia y
Ence que se pretenden instalar en Fray Bentos, Villalonga
advirtió que "se trata de un emprendimiento
que pone en serio riesgo al Río Uruguay:
será uno de los polos de producción
de celulosa más grande del mundo, con lo
que eso implica en términos de contaminación,
y además en un sitio totalmente inapropiado
por las actividades que allí existen".
Greenpeace volvió a solicitar
al Uruguay la paralización de la obras para
generar las condiciones básicas para alcanzar
un entendimiento. También reclamó
a ambos gobiernos a que se realicen todos los esfuerzos
necesarios para que del diálogo surja los
criterios que permitan compatibilizar las actividades
productivas con la preservación del ambiente.
En la pizarra que era utilizada
para la "clase" impartida por Greenpeace
se señalaba como "Producción
Sucia" a las plantaciones masivas y destructivas,
al uso de compuestos de cloro, las mega-fábricas
y el consumismo desenfrenado de papel, en cambio,
como "Producción Limpia" se indicaba
la explotación forestal sustentable, plantas
libres de cloro (TCF) y que eliminen descargas y
promuevan el consumo responsable y papeles ecológicos.