Greenpeace
pide a los tribunales españoles que persigan
la pesca destructiva y no a los que la denuncian
28 febrero 2006 - Madrid, España
— Las asociaciones de armadores Anamer y Anavar
han presentado ante la Audiencia Nacional una querella
contra Greenpeace por las acciones pacíficas
de protesta que activistas de la organización
ecologista internacional realizaron en el año
2004 contra buques arrastreros de profundidad, para
denunciar los graves impactos de este tipo de pesca
sobre los fondos marinos.
La querella de los armadores está
dirigida contra Juan López de Uralde, director
de la organización en España, María
José Caballero, responsable de las campañas
en defensa de las costas y Sebastián Losada,
responsable de las campañas de pesca.
Greenpeace denuncia que las embarcaciones
que llevan a cabo la pesca de arrastre son capaces
de pescar en cañones abisales y en escarpados
lechos marinos. Para capturar una o dos especies
que son el objetivo de su actividad, los arrastreros
desplazan por el fondo marino redes inmensas equipadas
con grandes placas de acero y pesados rodillos que
revuelven y pulverizan todo a su paso. Los frágiles
ecosistemas abisales no tienen posibilidad alguna
de sobrevivir al envite de estas excavadoras submarinas
despiadadamente efectivas: son arrasados de manera
similar a lo que sucede con la tala de las selvas
tropicales.
“En el actual contexto de saqueo
sistemático de los océanos, nos preguntamos
por qué la Audiencia Nacional investiga a
Greenpeace, y permanece impasible ante las múltiples
agresiones que sufren nuestros mares”, ha declarado
Juan López de Uralde, director de Greenpeace,
e imputado en la querella de los armadores.
Los fondos marinos que están
siendo destruidos por la pesca de arrastre son el
hábitat de cientos de especies absolutamente
desconocidas para la ciencia; la pesca industrial
ha llegado a estos ecosistemas antes de que lo haga
el mundo científico. Por este motivo, Greenpeace
demanda una moratoria internacional del arrastre
de fondo, y reclama una protección efectiva
de los fondos marinos.
El arrastre de fondo en alta mar
está llevando al agotamiento cada una de
las especies que explota. No hay más que
echar un vistazo al estado de los caladeros explotados
por estas flotas para darse cuenta de hasta que
punto se trata de una práctica insostenible.
Desgraciadamente los Gobiernos siguen sin hacer
caso a las recomendaciones de los científicos
y están más preocupados de favorecer
a la industria pesquera que de conservar los ecosistemas
marinos", ha declarado Sebastián Losada,
responsable de pesca de Greenpeace.
La presentación de esta
querella de los armadores coincide con el inicio
por parte de Greenpeace de una nueva campaña
contra la pesca destructiva. En esta ocasión,
los ecologistas denunciarán los impactos
de la pesca pirata.