07 febrero
2006 - DF, México — El Informe de la Situación
del Medio Ambiente en México, presentado
por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos
Naturales (Semarnat), tiene serias y lamentables
deficiencias en cuanto a las cifras que maneja para
dos de los ecosistemas más amenazados en
el país: los bosques y los humedales costeros
de manglar.
Aunque en el Informe advierte
que las cifras de deforestación no son del
todo confiables, se aventura a afirmar que la tasa
de deforestación en México disminuyó
en el periodo 11000-2000, al registrar una pérdida
anual de 348 mil hectáreas de bosques y selvas,
pese a que esa cifra contradice la que la propia
Semarnat reportó en el año 2000 a
la FAO (630 mil hectáreas por año)
así como la estimación del Instituto
de Geografía de la UNAM (entre 500 mil y
600 mil hectáreas por año).
"Lo anterior podría
deberse a que la Semarnat hubiera cambiado de metodología
y estuviera aplicando nuevas definiciones de bosque
y deforestación, pero eso no significa de
ninguna manera un cambio en la realidad", afirmó
Héctor Magallón, coordinador de la
campaña de bosques de Greenpeace.
El informe presentado por Semarnat
va más lejos aún: mediante un malabarismo
numérico llega a especular que "la tasa
de deforestación calculada para 11000-2000
se mantendría constante en 2000-2005 pero
que se vería atenuada por los diversos programas
del gobierno federal", lo cual le permite llegar
a la feliz conclusión de que la deforestación
debe haberse reducido a sólo 260 mil hectáreas
por año en el periodo 2000-2005.
En lo que respecta a manglares,
el documento refiere una pérdida de este
ecosistema de 1.9 por ciento al año cuando
estudios de expertos mexicanos indican que la tasa
asciende a 5 por ciento anual, con el pico más
alto en el Caribe, con casi 12 por ciento. Por ello,
el doctor José Sarukhán, coordinador
nacional de la Comisión Nacional para la
Biodiversidad, criticó que el documento mencionara
una política oficial de protección
a los manglares cuando en realidad tenemos una de
las mayores tasas de pérdida a nivel mundial
y destacó la importancia de este ecosistema
para amortiguar el impacto de huracanes y tsunamis.