Madrid,
8 de febrero de 2006.- WWF/Adena pide a la Unión
Europea que, además de fomentar el uso de
biocombustibles, apruebe una certificación
ambiental obligatoria para todos los biocarburantes
utilizados dentro de la Unión. La organización
asegura que la clasificación automática
de estos biocombustibles como ´renovables´,
con independencia de cómo se hayan producido,
es una práctica contraproducente.
Según un reciente comunicado,
la UE planea fomentar el uso y la investigación
para el desarrollo de biocombustibles más
eficientes, tanto dentro de la Unión como
en países en vías de desarrollo. Sin
embargo, a pesar de que resalta la importancia de
mitigar el impacto ambiental de su producción,
se queda corta al no pedir explícitamente
que los biocombustibles utilizados en la UE lleven
una certificación ambiental obligatoria,
tanto si provienen de materias primas de importación
como domésticas.
“Es fundamental que la UE establezca
un sistema de certificación legalmente vinculante
tanto para biocombustibles importados como domésticos”,
comenta Heikki W. Mesa, experto en Energía
de WWF/Adena. Y continúa: “El sistema de
certificación deberá basarse en destacar
el potencial de los biocombustibles para disminuir
las emisiones de CO2, evitando impactos mayores
en su producción. Esto ayudará a proteger
el entorno en países desarrollados y a reducir
las emisiones de CO2 de la UE.”
Debido a que es improbable que
la UE cubra todas sus necesidades mediante fuentes
domésticas, cualquier esquema diseñado
para asegurar productos sostenibles deberá
incluir los importados. Ya se han talado millones
de hectáreas de bosques tropicales para hacer
sitio a plantaciones de aceite de palma, soja y
azúcar- fuentes de biocombustibles- llevando
a inmensas pérdidas de la biodiversidad.
De hecho, se contaminan tierras y aguas y el uso
de pesticidas en los cultivos amenaza la riqueza
biológica.
El sistema de certificación
que propone WWF/Adena debe cubrir el potencial que
el biocombustible tendría en la lucha contra
el cambio climático, ya que en muchos casos
producir biocarburantes consume más energía
de la que produce, y esto puede significar que no
ofrezcan muchas ventajas frente a los combustibles
fósiles en términos de gases de efecto
invernadero.
La actual práctica de clasificar
automáticamente a todos los biocarburantes
como ´renovables´ sin tener en cuenta
cómo se han producido es contraproducente”,
apunta Heikki W. Mesa. “Si la UE quiere cumplir
con Kioto, deberá promocionar los biocombustibles
que ahorren el máximo de CO2, tal como las
fuentes de biomasa, los residuos de los bosques
y productos de madera producidos sosteniblemente,
o los cultivos extensivos de secano, como el cardo
mariano.” WWF/Adena también expresa su preocupación
por el consumo de agua que suponen estos cultivos
en regiones mediterráneas que ya cuentan
con mucho estrés hídrico.
Los esquemas de certificación
deberían ser fáciles de llevar a cabo
y ser flexibles para tener en cuenta situaciones
locales. WWF/ Adena ya se ha involucrado en montar
un foro de debate sobre aceite de palma sostenible
que, junto a productores, compradores, distribuidores,
instituciones financieras y ONG, se reúne
para desarrollar criterios prácticos para
la producción responsable de aceite de palma.
Notas para el editor:
•Se definen como biocombustibles
a los productos que pueden ser procesados en combustibles
líquidos (por ejemplo: bioetanol y biodiesel)
tanto para el transporte o para procesos de quema.
•Bajo la Directiva de Biocombustibles
adoptada en 2003, los biocarburantes deberán
ser en un 2% parte de los carburantes de transporte
para el 2005 y un 5,75% para el 2010. El comunicado
de la Comisión reconoce que no se consigió
el objetivo del 2005: con los objetivos puestos
en marcha por los Esatdos Mienbros de la UE, la
la parte obtenida por los biocarburantes hubiera
obtenido un máximo de 1,4 %.