Tras haber
detenido en puerto a sus cuatro buques gemelos el
pasado fin de semana en el puerto alemán
de Rostock, esta mañana activistas de Greenpeace
bloquearon al buque arrastrero “Carmen” en el puerto
de Swinoujscie, en Polonia
16 marzo 2006 - Internacional
— Esta mañana, activistas de Greenpeace han
evitado la salida de puerto del "Carmen",
un buque arrastrero pirata, que figura en las lista
negra de la Unión Europea de buques implicados
de forma repetida en actividades ilegales de pesca.
Es el quinto buque de estas características
bloqueado por Greenpeace esta semana.
El "Carmen" fue rodeado
con cadenas mientras aún estaba atracado
en el muelle de Swinoujscie. Los activistas colgaron
del buque una bandera que decía "Stop
Pesca Pirata". Greenpeace ha pedido al Gobierno
polaco que impida que este buque pirata abandone
el puerto y continúe sus destructivas actividades
en el Atlántico.
“Polonia, al igual que Alemania
y otros países comunitarios tiene la obligación
de detener la pesca pirata. Las leyes de la UE son
claras al respecto”, declaró Katarzyna Guzek,
responsable de Greenpeace en Polonia. “Este barco
tiene una larga historia de pesca ilegal junto con
sus buques gemelos, actualmente en el puerto de
Rostok, en Alemania. Con este historial esta claro
que si se permite que estos barcos abandonen puerto,
continuarán con sus actividades ilegales”.
El Carmen llegó al puerto
de Swinoujscie el sábado pasado proveniente
del puerto de Rostock en el que había permanecido
varios meses junto a otros cuatro barcos gemelos,
el Rosita, el Eva el Juanita y el Isabela. Los cinco
buques han cambiado sus nombres y Estado de pabellón
muy recientemente(1). Estos barcos recibieron suministros
ilegalmente en Alemania, a pesar de que Greenpeace
informó a las autoridades de su presencia
y demandó al Gobierno que cumpliera con los
reglamentos de la Unión Europea y se negara
a proporcionarles ningún tipo de servicio.
El Carmen figura en una lista
negra de buques por haber incumplido repetidamente
las normas comunitarias y pesqueras en el Atlántico
Norte y Noroeste. En 2005, los 5 barcos contribuyeron
al colapso de las poblaciones de gallineta en el
Atlántico Norte. Según las informaciones
de Greenpeace, estos buques podrían tener
como nuevo destino Mauritania e incluso el Pacífico.
Se estima que la pesca pirata
cuesta a los países entre 3400 y 10000 millones
de euros cada año. En zonas profundas, como
en las que estos barcos faenan, la pesca pirata
está causando un daño irreversible.
Estos barcos pescan con redes de arrastre de fondo,
causando una gran destrucción a ecosistemas
muy vulnerables como los corales de agua fría.
“La falta de controles en alta
mar, aprovechada por estos buques piratas, está
llevando a un agotamiento sin precedentes de las
especies de aguas profundas. La comunidad internacional
debe actuar y declarar una moratoria sobre la pesca
de arrastre en aguas internacionales antes de que
nuevos ecosistemas sean destruidos”, declaró
Sebastián Losada, responsable de la campaña
de pesca de Greenpeace.
Durante los próximos meses,
en colaboración con la Fundación para
la Justicia Medioambiental, Greenpeace expondrá
las actividades de los buques piratas en el Atlántico.
Este trabajo forma parte de la expedición
de Greenpeace “Un año en la vida de los océanos”,
que señalará las principales amenazas
a la biodiversidad en los mares y océanos
del Planeta (2).
Fin del comunicado