21/03/2006
- Curitiba - La definición de un régimen
internacional de reparto de los beneficios resultantes
del acceso a los recursos genéticos y a los
conocimientos tradicionales asociados es el principal
desafío de los 187 países y de la
Comunidad Europea que están representados
en la VIII Conferencia de las Partes de la Convención
sobre Diversidad Biológica (COP-8). La evaluación
fue hecha por la ministra del Medio Ambiente, Marina
Silva, en la apertura de la conferencia, el lunes
(20), en Paraná, estado donde se realiza
la conferencia.
Según la ministra, "este
es el tercer objetivo general de la convención
y el que tuvo menos resultados los últimos
14 años". Todavía hoy, algunas
de las 6 mil personas que participan de la COP-8
deben empezar a discutir el tema en un grupo de
trabajo.
El secretario ejecutivo de la
Convención sobre Diversidad Biológica
(CDB), Ajmed Djoghlaf, también subrayó,
en su discurso, la protección de los conocimientos
tradicionales de comunidades indígenas, de
ex esclavos, extractivistas. "Doy especial
importancia a la relación entre naturaleza
y cultura. En Madagascar, el uso de una planta aumentó
en un 80% la sobrevida de niños con cáncer.
Y quien descubrió eso fueron las comunidades
locales", subrayó.
La conferencia reúne los
187 países signatarios de la convención,
además de la Comunidad Europea. En Curitiba,
hasta el próximo día 31, seis mil
representantes de esos países participan
de los debates y de las negociaciones. Las decisiones
se toman sólo por consenso.