20 marzo
2006 - Gualeguaychú, Argentina — Quince activistas
de Greenpeace se arrojaron hoy a las aguas del Río
Uruguay y desde allí reclamaron por un plan
de producción limpia.
Activistas de Greenpeace, con
el apoyo del rompehielos de la organización
ambientalista, nadaron hoy por el río Uruguay,
frente a las costas de Gualeguaychú-Fray
Bentos, para reclamar la adopción de un plan
de producción limpia que permita poner fin
a controversia por la instalación de las
plantas celulósicas de las corporaciones
Botnia y Ence.
Los quince activistas se arrojaron
esta mañana al río desde gomones que
fueron destacados desde el rompehielos “Arctic Sunrise”,
que se encuentra sobre el río Uruguay para
brindar su apoyo a la campaña contra las
plantas celulósicas.
Los activistas flotaron en línea,
como boyas humanas, con carteles en los que se leían
las leyendas: “traslado ya”, “papeleras = contaminación”
y “cero cloro”.
Greenpeace modificó el
plan inicial de su protesta para evitar toda situación
de tensión en virtud de la particular situación
de duelo por la que atraviesa el pueblo uruguayo
a quien la organización expresó también
sus condolencias.
Greenpeace volvió a enfatizar
hoy la necesidad de adoptar una política
común entre ambos países con relación
al desarrollo de la industria del papel. Con esta
nueva protesta la organización ecologista
reclamó a ambos gobiernos la adopción
de un Plan de Producción Limpia para el sector
que incluya, para el caso particular de las plantas
de Botnia y Ence, su relocalización, imponer
mejoras tecnológicas y límites en
la escala de las instalaciones.
"Una política en esta
materia es evidente cuando uno observa las malas
prácticas actuales de las plantas en la Argentina,
el conflicto que han generado estos dos proyectos
y la ola de inversiones que se esperan en los próximos
años, si no se adoptan criterios comunes,
los riesgos ambientales se multiplicarán
y los conflictos se irán extendiendo"
señaló Paula Brufman, coordinadora
de la Campaña contra la Contaminación
de Greenpeace.
El "Plan de Producción
Limpia" (1) de Greenpeace señala que
las plantas de Botnia y Ence deben ser trasladadas
separadamente y ser reubicadas alejadas de todo
centro urbano y turístico. Además
propone que deben establecerse criterios de ordenamiento
territorial para generar zonas aptas para el desarrollo
forestal y para la instalación de industrias
de pasta celulosa y que no deben aceptarse polos
industriales de magnitudes superiores a 700.000
toneladas de producción de pulpa.
"Uno de los objetivos de
modernización para el sector debería
ser la eliminación total del uso de cloro
elemental en el blanqueo de pula en las plantas
existentes a partir del próximo año",
destacó Brufman.
"Es imprescindible e impostergable
que ambos gobiernos retomen una línea de
diálogo que permita una salida a la crisis
y una discusión al más alto nivel
político y técnico, y de ese modo
acordar criterios que deberán cumplir estas
plantas así como el resto del sector ya existente
y los nuevos emprendimientos que se pretendan radicar
en Uruguay y Argentina", explicó Juan
Carlos Villalonga, director Político de Greenpeace
Cono Sur.
Para Greenpeace el principio de
acuerdo expresado por los presidentes Tabaré
Vázquez y Kirchner en Santiago (Chile) debería
ser el puntapié inicial de un proceso de
diálogo que debería conducir a la
adopción de una política regional
en esta materia. "En este sentido, las iniciativas
parlamentarias para crear un grupo de trabajo con
legisladores de ambos países es una buena
opción para consolidar una discusión
regional", agregó Villalonga.