10 marzo
2006 - SANTIAGO, Chile — Luego de instalarse en
una plataforma de 10 metros de alto para entregar
el mensaje categórico a los presidentes de
Argentina y Uruguay invitándolos a “visitar”
la zona del desastre ecológico originado
en Chile por la planta de Celulosa Celco y su filial
en Itata, fueron detenidos por personeros del GOPE
de carabineros, los 6 activistas que participaban
de la acción.
Con un lienzo de 10 metros de
altura, instalado en las inmediaciones del Aeropuerto
Internacional Arturo Merino Benitez por escaladores
colgados con cuerdas de una plataforma, Greenpeace
le extendió la invitación a los dos
mandatarios, en respuesta a la propuesta del Presidente
Lagos de discutir en un almuerzo el tema papeleras.
Cerca de 20 minutos después de iniciada la
acción, carabineros dio orden de detener
a los activistas, siendo estos trasladados a la
26 comisaría de Santiago.
“Nos parece a lo menos vergonzoso
que el Presidente Lagos ofrezca almuerzos para venir
a debatir con los mandatarios Uruguayo y Argentino,
un tema que se negó a remediar los últimos
dos años de su mandato. Resulta flagrante
la falta de responsabilidad ambiental con la que
el saliente presidente asumió la crisis de
Celco en Valdivia, así como las soluciones
a este conflicto, y esperamos que la futura presidenta
pueda no sólo abordar con más urgencia
este tema, sino que además se preocupe de
exigir las soluciones reales que vendrán
a paliar realmente esta situación”, declaró
Samuel Leiva, vocero de Greenpeace Chile.
Greenpeace viene realizando una
serie de acciones en la campaña contra las
papeleras Botnia y Celco, durante el año
pasado, por entender que las mismas van a seguir
contaminando, ya que utilizan dióxido de
cloro en el proceso de blanqueo de la pasta de celulosa.
En este sentido, Greenpeace reclama que tanto Chile
como Argentina y Uruguay, adopten un Plan de Producción
Limpia para la Industria del Papel que contenga
los máximos estándares tecnológicos
disponibles.
“Exigimos la tecnología
más limpia que actualmente existe, que es
la que se está utilizando en otros países
como Finlandia y España y exigimos que las
plantas estén ubicadas donde no entren en
conflicto con actividades productivas sustentables
que ya están funcionando bien y que ya están
generando puestos de trabajo. De lo contrario, se
eliminarían estas fuentes de trabajo porque
son incompatibles en un mismo territorio, no pueden
ser vecinas”, señaló Emiliano Escurra,
director de campañas de Greenpeace Argentina.
Justamente este es el problema
que tendrán que enfrentar los más
de 15.000 pescadores artesanales en forma directa,
distribuidos en diversas áreas de trabajo:
pelágicos, buzos mariscadores, algueros,
y comunidad costera; y de forma indirecta otros
20.000, con la instalación del ducto en Nueva
Aldea, que anualmente emitirá según
lo declarado, 27.000.000 de m3 de Riles, y contenidos
en ellos 60.000 ton. de residuos sólidos
que sedimentarán y vagarán, sin control
posible, en las costas de la zona de influencia.