16 marzo
2006 - Río de Janeiro, Brasil — Activistas
de Greenpeace desplegaron este día una manta
monumental de la mano del famoso Cristo de Corcovado
en esta ciudad brasileña, con el mensaje:
“El futuro del planeta está en sus manos”,
para demandar a los gobiernos tomar medidas claras
para proteger la vida en la Tierra y garantizar
un futuro más seguro para el planeta.
En Brasil 132 países signatarios
del Protocolo de Cartagena están reunidos
desde el lunes para establecer los estándares
internacionales para la documentación y etiquetado
de transgénicos en los embarques internacionales
de granos para alimentación humana y forraje.
Estos estándares son cruciales para proteger
la salud humana y a la biodiversidad de los riesgos
de los transgénicos.
"El gobierno brasileño
por fin ha sido convencido de la necesidad de un
etiquetado claro y riguroso; es turno de Nueva Zelanda
de tomar esta postura también. Sin embargo,
estamos preocupados de que México esté
tomando un papel activo para obstruir el acuerdo.
Esta es una batalla dramática contra la presión
de la industria y el gobierno de los Estados Unidos.
Sólo hasta el último minuto sabremos
si la biodiversidad del planeta y los derechos de
los países en vías de desarrollo serán
protegidos", dijo Benedikt Haerlin, miembro
de la delegación de Greenpeace Internacional
presente en estas negociaciones.
Ayer tuvo lugar la negociación
más importante entre los llamados grupos
de contacto: los delegados decidieron aceptar una
propuesta brasileña como documento de trabajo
para las negociaciones del polémico artículo
18.2ª, en el que se decidirá qué
información deben dar los exportadores de
transgénicos. Este documento propone como
estándar que los embarques declaren "contiene
los siguientes OVMs" (Organismos Vivos Modificados,
como se llama a los transgénicos en el texto
del Protocolo) como principio de identificación,
pero propone un periodo de transición de
4 años para transgénicos de aquellos
países en los que actualmente no existen
mecanismos para identificar estos organismos. La
propuesta no menciona cómo manejar la presencia
accidental de transgénicos.
Luego de su lectura, los delegados
presentaron sugerencias para cambiar la redacción,
con propuestas contradictorias. Un pequeño
grupo de países se dio a la tarea de acomodar
e incluir estas sugerencias y este jueves se presentará
esta propuesta con adiciones, corchetes y paréntesis
a los delegados. Al final del día se tendrá
que acordar un documento, que será presentado
a los grupos de trabajo, para ser traducido y acordado
mañana, último día de reunión
del Protocolo.
El éxito o fracaso de esta
negociación depende de los países
de América Latina. La propuesta de México
busca que se utilice la vaga etiqueta de "puede
contener" con adiciones que no abordan la cuestión
central que se discute en Curitiba: el contar con
información clara y precisa sobre el contenido
de transgénicos en los embarques internacionales.
"Si los embarques de transgénicos
no vienen acompañados con información
detallada de su carga, es imposible aplicar medidas
de bioseguridad como el rastreo y monitoreo de OGM
en el país. ¿Qué OGMs contienen,
en qué cantidad, en qué parte de la
cadena productiva de alimentos se encuentran, en
qué productos presentes en las tiendas? Sin
identificación y documentación clara
y precisa, no habrá respuesta a esas preguntas",
explicó Gustavo Ampugnani, coordinador de
la campaña ingeniería genética
de Greenpeace México.
"Aún no está
claro si México apoyará un sistema
de identificación de transgénicos
claro y preciso. Las negociaciones se dan a puertas
cerradas y sospechamos que los representantes de
la industria agrobiotecnológica, que representan
los intereses comerciales de los Estados Unidos,
estén incidiendo en ellas. Prueba de ello
es que a Curitiba han llegado representantes de
esta industria en México, para presionar
a la delegación mexicana, como Carlos Camacho
Gaos, presidente ejecutivo de Agrobio, la organización
que promueve los intereses de Monsanto, Pioneer,
Bayer y Dow AgroSciences en México. ¿Quién
dicta la política exterior mexicana en las
convenciones internacionales sobre Medio Ambiente?
¿Monsanto y Pioneer?", cuestionó
Ampugnani.
A partir del 26 de marzo también
en Brasil se celebrará la reunión
de la Convención sobre la Diversidad Biológica,
en la que 188 países negociarán acuerdos
esenciales para detener la dramática pérdida
de biodiversidad para el año 2010.