27/03/2006
- Brasilia – El presidente Luiz Inácio Lula
da Silva participó este lunes (27) en la
apertura de la reunión de alto nivel de la
VIII Conferencia de las Partes de la Convención
sobre Biodiversidad (COP-8), en la ciudad de Curitiba,
sur de Brasil. En su discurso, Lula afirmó
que la preservación de la biodiversidad del
planeta depende de una gran voluntad política
de los países, especialmente de los desarrollados.
"Requiere también
el cumplimiento de la promesa de los países
desarrollados con la cooperación internacional",
dijo Lula. Para él, la democracia es el camino
para la división justa, entre las naciones,
de los avances en la defensa de la biodiversidad
del planeta.
"Cabe a la democracia, con
una participación social más intensa,
evitar la continua colisión entre nuestras
carencias y nuestros excesos".
El presidente citó las
iniciativas de Brasil para la preservación
de la naturaleza, cómo la ley de gestión
de bosques, el Plan Nacional de Recursos Hídricos,
la reducción del desmonte en la Amazonia
y la producción de biogasóleo. Con
todo, Lula reconoció que hay mucho que hacer
en el área ambiental y pidió que los
ecologistas no desistan de sus reivindicaciones.
La COP-8 reúne desde la
semana pasada a 3,6 mil delegados de 173 países.
La Convención fue establecida en 1992 y cuenta
con 187 países signatarios, además
de un bloque regional, la Comunidad Europea.
La Convención funciona
como una alianza entre países para que ellos
trabajen cooperativamente por la conservación
del medio ambiente, uso sostenible de los recursos
naturales, y repartición de beneficios. Como
regla general, sus decisiones son sólo recomendaciones
– las naciones no tienen la obligación de
seguirlas.