Madrid,
23 de marzo de 2006.- WWF/Adena presenta un informe
en la octava Conferencia de las Partes del Convenio
de Biodiversidad (Curitiba, Brasil, 20-31 de marzo)
que demuestra cómo proteger pandas, tigres
o gorilas no sólo logra evitar la extinción
de esas especies sino, además, mejorar los
niveles de vida de las comunidades humanas locales.
El informe, que contiene seis
estudios de casos, muestra que el trabajo en protección
de especies de WWF/Adena ha ayudado a erradicar
la pobreza y el hambre, así como a promover
un desarrollo sostenible y justo en zonas rurales
de países como Nepal, Uganda, India, Namibia,
Costa Rica y China.
Los estudios de casos prueban
que la conservación y el uso sostenible de
las especies y sus hábitats implican una
mejora de la protección de bosques, ecosistemas
acuáticos y áreas marinas. Como resultado
de la mejora ambiental producida, los campesinos
pobres que dependen de esos ecosistemas consiguen
mayor acceso a los bienes y servicios que proporcionan.
Como consecuencia aumentan sus ingresos pero, además,
mejora su acceso al agua potable, la salud, la educación
y, muy frecuentemente, mejora también la
situación de las mujeres.
Según el informe, muchos
proyectos de ecoturismo basados en la observación
de especies silvestres (como tortugas marinas, pandas
y gorilas de montaña) generan ingresos importantes
para los poblados. Al aplicar los conocimientos
obtenidos del movimiento de las especies dentro
y entre sus territorios, se obtiene una ayuda inmejorable
para hacer realidad una planificación sostenible
de los usos del territorio.
La Dra. Susan Lieberman, Directora
del Programa Mundial de Especies de WWF/Adena, lo
explicó así: “Con mucha frecuencia,
las causas de la desaparición de especies
son las mismas que ocasionan la pobreza, como son
la destrucción de hábitats y la pérdida
de recursos naturales. Nuestro informe proporciona
evidencias de que lo que es bueno para las especies
amenazadas es bueno también para las personas”.
Por ejemplo, en Tortuguero (Costa
Rica), las tortugas vivas producen más ganancias
a la economía local de lo que su carne y
huevos valieron jamás en el mercado. La comunidad
apoya por ello de forma decidida las medidas de
conservación para aumentar el ecoturismo.
Durante los últimos 30 años tanto
el número de tortugas como el de turistas
no han dejado de aumentar.
Los bosques comunales en algunas
regiones de Nepal ha llevado a la restauración
de pasillos vitales para la supervivencia de la
población residente de tigre. WWF/Adena ayuda
a la población local a gestionar y beneficiarse
directamente de los recursos forestales. Según
el informe, algunas comunidades pueden ganar anualmente
4.000€ de la explotación de los recursos
forestales.
En el pueblo indio de Farida,
un programa de concienciación de WWF/Adena
para la conservación del escaso delfín
del Río Ganges ha ayudado a que la comunidad
comenzara a solucionar sus necesidades básicas.
Después de siete años de desarrollo
del programa, el número de familias por debajo
del umbral de la pobreza ha disminuido de modo significativo.
El informe muestra, así
mismo, que más del 60% de las personas que
viven en el entorno del Parque Nacional del Bosque
Impenetrable de Bwindi en Uganda, que protege los
hábitats del gorila de montaña, sienten
que se benefician económica y socialmente
del bosque. Otros ejemplos muestran que en China
las prácticas forestales dañinas en
las reservas disminuyen cuando se le proporcionan
fuentes de ingresos alternativas a las comunidades,
como las iniciativas agrícolas y ganaderas
proporcionadas por WWF/Adena en el contexto de su
proyecto de conservación del panda gigante.
En Namibia, la creación de zonas donde la
población local puede gestionar sus recursos
silvestres ha dado como resultado una mejor gestión
de las especies silvestres, mayores poblaciones
salvajes, desarrollo ecoturístico y mayores
ingresos para las empresas comunales.
Mientras transcurre la conferencia
del Convenio de Biodiversidad, WWF/Adena hace pública
su firme creencia de que los gobiernos deberían
integrar la conservación de especies en sus
programas de erradicación de la pobreza.
La Dra. Lieberman añadió:
“Parece muy irracional que se gasten miles de millones
de euros para reducir la pobreza y promover el desarrollo
sostenible sin considerar las conexiones entre el
desarrollo sostenible, el medio ambiente sano y
la conservación de las especies. Ha llegado
el momento de hacer las conexiones y actuar en consecuencia”.