24/03/2006
- Pinhais, Paraná - La participación
de sectores no gubernamentales en la VIII Conferencia
de las Partes de la Convención sobre Diversidad
Biológica (COP-8), es pequeña, de
acuerdo con representantes de ONG, de movimientos
sociales y del sector productivo. En Pinhais, Curitiba,
hace cinco días, 3.600 delegados de 173 países
acompañan las discusiones.
La delegación brasileña
la componen 160 personas, de las cuales 73 representan
a la sociedad civil organizada. Las negociaciones
las hacen los diplomáticos, pero otros miembros
pueden opinar, y las decisiones se dan exclusivamente
por consenso.
La estructura de la COP representa
hegemónicamente los intereses del capital,
de personas que quieren transformar los recursos
naturales en mercancía de uso particular,
acusa el coordinador de la Vía Campesina,
una alianza internacional por la reforma agraria,
Roberto Baggio, añadiendo que ni la sociedad
civil ni el pueblo se sienten representados, por
lo que para él, las decisiones no son legítimas.
Por su parte, la analista ambiental
de la Confederación Nacional de la Industria,
Grace dalla Pria, clasificó de tímida
la participación del sector productivo brasileño
en la conferencia, explicando que no es fácil
desplazar a un empresario para discutir medio ambiente
durante diez días, y considera que la industria
debe articularse para contribuir con el debate.