Madrid,
24 de marzo de 2006.- Ante el nacimiento de dos
nuevos linces ibéricos en cautividad, WWF/Adena
transmite sus felicitaciones al Equipo de Conservación
ex situ, al Ministerio de Medio Ambiente y a la
Junta de Andalucía, así como a todos
los técnicos y profesionales que han contribuido
a este gran éxito. Sin embargo, la organización
insiste en que todavía queda mucho trabajo
por hacer para que la especie esté fuera
de peligro.
Según WWF/Adena, se trata
de una gran noticia para la conservación
del felino más amenazado del planeta y reafirma
el buen trabajo que está desarrollando el
equipo de Equipo de Conservación ex situ,
coordinado por la Dra. Astrid Vargas con el apoyo
de todas las instituciones y autoridades.
El año pasado nacieron
los tres primeros cachorros de esta especie en cautividad
–si bien uno de ellos murió al poco de nacer
por causas naturales-, lo que supuso un acontecimiento
histórico, 13 años después
de la creación del Centro de cría
en cautividad de El Acebuche en el Parque Nacional
de Doñana. Los dos nuevos nacimientos -a
los que se puedan sumar otros en próximos
días, ya que posiblemente hay otras hembras
preñadas- contribuyen a consolidar esta importante
línea de trabajo, que debe complementar la
labor desarrollada sobre el terreno.
La cría en cautividad es
otra medida más de conservación que
contribuye a mantener artificialmente poblaciones
a salvo de las amenazas que hay en la naturaleza,
originando una reserva genética de la especie
y que puede contribuir a la estabilización
de las poblaciones actuales y a la creación
de otras nuevas.
Sin embargo, es importante resaltar
que una especie no está fuera de peligro
por el hecho de existir en cautividad y que es fundamental
que se mantengan los trabajos de conservación
sobre el terreno, tales como el seguimiento de las
poblaciones, la recuperación de las poblaciones
de conejo, la conservación y mejora del hábitat,
etc.
Para Luis Suárez,
Responsable del programa de especies de WWF/Adena:
“Hoy estamos de enhorabuena ante un acontecimiento
que supone una nueva esperanza para el futuro de
esta especie tan amenazada”. Aun así, advierte:
“Queda mucho trabajo por hacer y no se puede bajar
la guardia. Es imprescindible poner en marcha medidas
urgentes y efectivas para frenar el descenso de
la población de Doñana. Se deben eliminar
las pistas ilegales y otras infraestructuras donde
los linces siguen muriendo atropellados y hay que
continuar e intensificar las repoblaciones de conejo
y las mejoras de hábitat.”