Madrid,
27 de abril de 2006.- Según WWF/Adena, en
los bosques del llamado “Corazón de Borneo”
se han encontrado plantas que producen substancias
químicas que pueden servir para tratar enfermedades
como el cáncer, el SIDA y el paludismo. Pero
la ONG de conservación advierte que este
hallazgo está muy amenazado y hace un llamamiento
para su protección a largo plazo.
WWF/Adena informa de que los científicos
están probando actualmente extractos de plantas
recolectadas en los estados malayos de Sabah y Sarawak,
así como de otras procedentes de Kalimantan,
la porción indonesia de Borneo. Con ello,
esperan poder desarrollar medicamentos para tratar
algunas de las peores enfermedades humanas. La organización
conservacionista confirma que la compañía
farmacéutica australiana Cerylid Biosciences
ha identificado una prometedora substancia anticancerígena
procedente de un matorral de Sarawak. Un compuesto
presente en la planta Aglaya leptantha se ha mostrado
efectivo en pruebas de laboratorio para eliminar
20 tipos de células cancerosas humanas, incluyendo
las que causan cáncer de cerebro y mama,
así como las del melanoma.
El Dr. Murray Tait, Vicepresidente
de Descubrimiento de Medicamentos de Cerylid Biosciences,
declaró: “El hecho de que el compuesto se
muestre muy efectivo contra numerosas células
tumorales representa un buen argumento para la conservación
de los hábitats vegetales de Borneo. Una
mayor destrucción de estos bosques podría
negarle a la ciencia la oportunidad de descubrir
y desarrollar nuevas fuentes de medicamentos capaces
de salvar vidas humanas”.
Los científicos han descubierto
así mismo una substancia excepcional en el
látex del árbol Bintangor. El compuesto,
la Calanolida A, parece ser efectiva impidiendo
la replicación del Virus de la Inmunodeficiencia
Humana y contra la bacteria de la tuberculosis,
que ataca a muchos enfermos de SIDA. Este hallazgo
resulta especialmente importante puesto que, hasta
ahora, resulta imposible tratar el SIDA y la tuberculosis
con una única medicina. Si superara las pruebas
clínicas, la Calanolida A supondría
un desarrollo de primer orden para la salud de millones
de personas en todo el mundo.
Los investigadores han encontrado
también un potente agente contra el paludismo
desconocido hasta ahora, que se extrae de la corteza
de un árbol local, utilizada por el pueblo
Kenyah de Kalimantan para tratar el paludismo. La
substancia –un triterpeno- parece que mata al parásito
del paludismo humano (Plasmodium falciparum) en
las pruebas de laboratrorio.
Según WWF/Adena, se han
descubierto 422 nuevas plantas en Borneo durante
los últimos 25 años. Otras muchas
especies se encuentran a la espera de ser reconocidas
y estudiadas. Quizás muchas por descubrir
puedan tener propiedades medicinales importantes.
Pero esta ONG de conservación advierte que
todos estos descubrimientos prometedores podrían
perderse si el menguante bosque ecuatorial de Borneo
no se protege adecuadamente.
El Dr. Menno Schilthuizen, Profesor
asociado a la Universidad Malaya Sabah y autor del
informe de WWF/Adena del que se han extraído
estos datos, explicó: “Desde que una substancia
encontrada en una planta se convierte en un medicamento
efectivo que puedan utilizar los médicos
pasa mucho tiempo. Se han examinado cientos de plantas,
se han identificado docenas de compuestos, pero
sólo unos pocos se están probando
clínicamente ahora”.
Los pueblos indígenas,
como los Kenyah, podrían beneficiarse también
del desarrollo de medicinas a partir de sus conocimientos
tradicionales. El Convenio sobre Diversidad Biológica,
del que Indonesia y Malasia forman parte, estipula
que las comunidades indígenas han de dar
su consentimiento al uso de sus saberes tradicionales
y que cualquier beneficio que se produzca debe ser
equitativamente compartido con ellas. El convenio
reconoce también los derechos soberanos de
los estados sobre sus recursos genéticos
de forma que el desarrollo de medicamentos, o cualquier
otro uso, está sujeto a las leyes del país
de origen.
Actualmente sólo queda
la mitad de los bosques originales de Borneo. Los
tres gobiernos de Borneo (Brunei Darussalam, Indonesia
y Malasia) lanzaron recientemente la iniciativa
“el Corazón de Borneo” que tiene como objetivo
la conservación de unos 220.000 km2 de bosque
ecuatorial y de numerosas especies silvestres.
Mike Kavanagh, Director de WWF-Malasia,
expresó su confianza en estos términos:
“Esperamos que muy pronto los tres gobiernos de
Borneo firmen una Declaración por el Corazón
de Borneo. Ese manifiesto garantizaría la
protección a largo plazo de una región
que podría contener algunos de los descubrimientos
farmacológicos más significativos
en un próximo futuro”.