El organismo
internacional no quiere cuestionar la ubicación
de las plantas
19 abril 2006 - Buenos Aires,
Argentina — Greenpeace señala la urgencia
de un trabajo parlamentario binacional para diseñar
la necesaria regulación de la actividad.
Greenpeace cuestionó este
miércoles el informe elaborado por la consultora
Hatfield Consultants Ltd para la Corporación
Financiera Internacional (CFI) sobre el impacto
ambiental de las plantas de celulosa en Uruguay.
Greenpeace consideró contradictorio
que en el informe, por un lado, la CFI le reclame
“mayor información a las empresas” y que,
por otro, no realice “cuestionamientos estructurales
a los proyectos". Según la organización,
esta actitud se debe a que se procuró "brindar
una serie de sugerencias que satisfagan tanto a
la República Oriental del Uruguay como a
la República Argentina", antes que realizar
un análisis ambiental neutral y profundo.
Las opiniones de Greenpeace presentadas
en un reciente informe de la organización
señalaron que "esto puede verse con
claridad al aceptarse la ubicación de las
plantas tal como lo proponen las empresas",
agregando que "el informe sólo procura
ahondar en la información y en las razones
que condujeron a las empresas a preferir ese emplazamiento
lo cual no resuelve el problema, en todo caso, debería
profundizarse las razones por las que el Estado
Uruguayo permitió ese emplazamiento y si
hubo o no injerencia en esa decisión por
parte de los Estados involucrados (Uruguay y Argentina)".
Greenpeace recomienda en sus análisis
que la CFI debe analizar ubicaciones alternativas
que permitan minimizar los riesgos y los aspectos
controversiales relativos al emplazamiento en Fray
Bentos.
Sobre este aspectos la organización
volvió a enfatizar que las plantas de Botnia
y Ence deben reubicarse en sitios alejados de centros
urbanos y turísticos, deben adecuar su escala
de producción (máximo de 700.000 toneladas/anuales),
utilizar tecnología TCF y su suministro de
madera debe provenir de plantaciones certificadas
(FSC).
Para Greenpeace el informe realizado
por la consultora canadiense procura acercar tecnológicamente
las plantas de Botnia y Ence al sistema de blanqueo
que Greenpeace viene proponiendo, que es el sistema
totalmente libre de cloro (TCF). "El informe
realiza una serie de recomendaciones en el proceso
de blanqueo cuyo objetivo es minimizar las descargas
de AOX (compuestos organoclorados) y otros contaminantes.
Para ello sugiere la utilización de un método
"ECF-light" que procura alcanzar las cualidades
ambientales del método TCF". Si bien
Greenpeace considera que la propuesta significa
una mejora a lo que plantean las empresas señala
que el estudio de la CFI "debería justificar
las razones técnicas y económicas
que conducen a las empresas a optar por el método
ECF antes que TCF".
Entre otras recomendaciones para
reducir las descargas de las plantas, el Panel de
Expertos contratados por la CFI recomienda la recuperación
de efluentes de la planta blanqueadora lo cual constituye
un aporte positivo. Sin embargo, para Greenpeace
las recomendaciones de mejoras estructurales propuestas,
si bien en la dirección correcta, no alcanzan
para establecer criterios satisfactorios para el
desarrollo de estas industrias. Es necesario establecer
una serie de regulaciones que conduzcan a la industria
del papel hacia un sendero de sustentabilidad y
cuyos criterios generales describimos en el "Plan
de Producción Limpia para el sector del Papel"
.
Greenpeace reitera que es imprescindible
y urgente que la situación de las plantas
de Botnia y Ence sea resuelta por medio de una negociación
bilateral a nivel presidencial y que una comisión
binacional parlamentaria debería elaborar
recomendaciones para establecer marcos regulatorios
comunes entre ambos países para toda la industria
del papel.
"La industria del papel ya
genera impactos con las plantas existentes, a lo
que debemos sumar los numerosos proyectos existentes
que se quieren instalar en la región, además
de Botnia y Ence, por lo que es urgente un marco
regulatorio que imponga criterios ambientales rigurosos
al sector", sostuvo Juan Carlos Villalonga,
director Político de Greenpeace Cono Sur.