24 abril
2006 - DF, México — Una abogada de Papua
Nueva Guinea y un activista brasileño están
entre los seis ganadores de este año del
Premio Goldman, el máximo reconocimiento
ambiental. Este premio se les otorga por su esfuerzo
para proteger algunos de los pocos bosques ancestrales
que sobreviven en la Tierra. Ambos ganadores han
participado con Greenpeace en la lucha por la defensa
de los ecosistemas forestales.
Tarcisio Feitosa da Silda, de
Brasil, y Anne Kajir, de Papua Nueva Guinea, han
puesto en riesgo sus vidas por defender zonas forestales
prioritarias.
"Nuestros ganadores forman
parte de un grupo de personas muy importante, de
las cuales el público nunca ha oído
hablar", dijo Richard N. Goldman, fundador
del Premio Goldman. "Todos ellos han luchado,
a veces solos y poniendo su vida en grave riesgo,
para proteger el ambiente en sus países.
Sus asombrosas trayectorias son una inspiración
para todos nosotros".
Anne Kajir, de 32 años,
trabajó en forma encubierta para poder documentar
y denunciar la corrupción del gobierno de
Papua Nueva Guinea, que al permitir el comercio
ilegal de madera estaba destruyendo el más
importante reducto de bosque tropical en el Pacífico
asiático. En 1997, en su primer año
practicando leyes, defendió con éxito
un caso que sentó precendente en la Suprema
Corte de su país para forzar a los intereses
madereros a pagar por daños a los indígenas
propietarios de los bosques.
Tarcisio Feitosa da Silva, de
35 años, encabezó los esfuerzos para
crear el más importante grupo protector de
regiones forestales tropicales en el remoto norte
de Brasil, donde ninguna legislación era
respetada por los taladores ilegales. Sin importarle
las amenazas de muerte, Feitosa trabajó con
organizaciones locales para crear zonas protegidas
manejadas por sus habitantes y expuso las actividades
de los taladores ilegales al gobierno brasileño.
Greenpeace se suma a la Fundación
Goldman para felicitar a los ganadores, en especial
a Tarcisio y Anne, quienes en el pasado han participado
en las campañas de bosques de Greenpeace.
Con su valiente compromiso, ambos luchadores ambientales
han creado alternativas para que los propietarios
de los recursos forestales se sobrepongan a la corrupción
y los abusos, y logren desarrollar alternativas
para proteger sus tierras y desarrollar soluciones
ecológicamente sustentables.
El Premio Goldman, el más
importante reconocimiento ambiental del mundo, consta
de 125 mil dólares y es entregado cada año,
desde 1989, a seis destacados luchadores a favor
del medio ambiente.