El Ministerio
de Agricultura niega los casos de contaminación
por transgénicos denunciados por las Organizaciones
Ecologistas y Agrarias
Finaliza la Conferencia de la Comisión Europea
en Viena sobre “coexistencia” sin resolver ningún
problema relacionado con los transgênicos
07 abril 2006 - Madrid, España
— El director general de Agricultura del Ministerio
de Agricultura (MAPA) ha manifestado que no tienen
noticias de casos de contaminación en España.
Esto sucede tras la presentación por parte
de la Asamblea Pagesa de Cataluña, Greenpeace
y la Plataforma Transgènics Fora! de “La
Imposible Coexistencia”, un pormenorizado estudio
en el que se demuestra que los cultivos transgénicos
en España están completamente fuera
de control y están causando una avalancha
de casos de contaminación genética
(1).
El estudio presentado es el primero
de estas características en España
y concluye que la “coexistencia” de la agricultura
transgénica con las otras agriculturas es
inviable, a partir de los casos de Cataluña
y Aragón, principales regiones productoras
en España y en la UE (en ambas comunidades
la superficie de maíz transgénico
alcanza casi el 50% del cultivo total de maíz).
Describe con detalle los casos de contaminación
aparecidos en 2005, la opacidad en el mundo de la
investigación, el nulo o deficiente seguimiento
y control de los cultivos y de los casos de contaminación,
los errores administrativos, el cultivo de variedades
ilegales, los campos experimentales no autorizados,
la ausencia de registros públicos y la contaminación
a lo largo de toda la cadena de transporte y comercialización.
“Es indignante que un alto cargo
de la Administración, en lugar de proteger
la salud pública, el medio ambiente y un
modelo social de agricultura que se vería
gravemente afectado por la entrada masiva de la
agricultura transgénica, afirme que el Ministerio
no tiene constancia del desastre que están
suponiendo los transgénicos en España”,
ha declarado Andoni García, miembro de la
ejecutiva de COAG.
Precisamente ayer, en la clausura
de la Conferencia de la Comisión Europea
sobre la mal llamada “coexistencia” en Viena, quedó
clara la intención de la Comisión
de forzar a los ciudadanos de la UE a consumir transgénicos
a pesar de su voluntad. Si bien el comisario de
Medio Ambiente Dimas admitió los errores
de la Agencia de Seguridad Alimentaria en la evaluación
de los riesgos de los transgénicos, el Comisario
de Agricultura Fischer Boel confirmó la posición
de la Comisión: evitar cualquier tipo de
norma cuyo objetivo sea proteger a los consumidores
y al medio ambiente así como negar el derecho
de las regiones europeas para rechazar los transgénicos.
Mientras la Comisión dejaba
escapar una nueva oportunidad para resolver el grave
problema de la contaminación genética,
los representantes del Gobierno español (el
director general de Agricultura y un responsable
de la Oficina Española de Variedades Vegetales)
mantenían su postura a favor de legalizar
la contaminación por transgénicos
hasta un 0,9% y presentaban un estudio absolutamente
falto de rigor, realizado por el Ministerio con
una perfecta falta de transparencia, con el que
pretendía demostrar que, a pesar de las reiteradas
denuncias, España es un modelo de viabilidad
de los transgénicos y de la “coexistencia”.
El director general de Producción,
Innovación e Industrias Alimentarias de la
Generalitat de Catalunya defendió los umbrales
de contaminación hasta un 0,9% incluso en
agricultura ecológica. Ignoraba seguramente
que el pasado 30 de marzo, el Ministerio de Agricultura
presentó en Bruselas las propuestas mayoritarias
de las autoridades competentes y de los Comités
de Agricultura Ecológica, a través
de las cuales se rechaza frontalmente la propuesta
del 0,9% de contaminación genética.
“Es triste ver que, en lugar de defender el derecho
de los ciudadanos a una alimentación saludable,
los representantes del Departamente de Agricultura
de la Generalitat prefieran favorecer a un grupo
de multinacionales en lugar de garantizar una alimentación
saludable para los ciudadanos”, ha declarado Juan-Felipe
Carrasco, responsable de Transgénicos de
Greenpeace
Ayer, un grupo de organizaciones
sociales, agrarias y ambientales presentaba un manifiesto
internacional (1) en el cual se pide un debate amplio
y democrático sobre los transgénicos
y se recuerda que la coexistencia de los cultivos
transgénicos con los ecológicos y
convencionales no es posible, tal y como demuestra
el informe “La imposible Coexistencia”. “A la vista
de los daños producidos por los transgénicos,
éstos deberían prohibirse en la UE.
Mientras la contaminación genética
es un hecho, la Comisión Europea y el Ministerio
de Agricultura español prefieren dar la espalda
a los ciudadanos”, ha declarado Liliane Spendeler,
responsable del Área de Transgénicos
de Amigos de la Tierra.
(1) Tanto el Informe “La imposible
coexistencia” (en versiones castellana e inglesa)
como el Manifiesto (en versión inglesa) están
disponibles en la web: www.greenpeace.org/espana/campaigns/transgenicos/imposible-coexistencia