06 abril
2006 - Internacional — Desde fines de febrero del
2006, la compañía Suiza multinacional
Nestlé, es dueña de una patente de
plantas transgénicas de café que presuntamente
mejoran las capacidades de solubilidad del café
en polvo. En muchas partes del mundo, la multinacional
ha anunciado que se abstendrá de comercializar
comida transgénica. Sin embargo, la adquisición
de estas patentes demuestra que Nestlé está
interesada en la ingeniería genética
como un mecanismo económico que le permita
tener control total sobre la producción de
alimentos.
La patente obtenida en Oficina
Europea de Patentes en Febrero de 2006, se refiere
a una planta modificada genéticamente de
café, diseñada para mejorar la solubilidad
del café en polvo. La patente considera el
proceso técnico, las plantas transgénicas
así como el uso de los granos de café
para la elaboración de café soluble.
“El hecho que Nestlé solicite
una patente de café genéticamente
modificado indica que esta multinacional ha determinado
desarrollar mercados basados en productos alimenticios
transgénicos. Esta patente muestra la ambición
de estos grupos multinacionales para obtener el
control de la cadena productiva alimenticia, Creando
así monopolios que unen producción
agrícola junto con elaboración y comercialización
de alimentos” dijo Juan Carlos Cuchacovich, campañista
de transgénicos de Greenpeace.
El desarrollo de estas patentes,
hace a los agricultores crecientemente dependientes
de las empresas multinacionales, transformándolos
además la producción agrícola
en una actividad industrial que desplaza a los campesinos,
aumentando los polos de pobreza rural.
Nestlé ha anunciado además
nuevas patentes en bacterias de yogurt modificado
genéticamente así como de cocoa, algunas
de cuyas patentes ya las han obtenido en Europa.
“Tenemos la legitima duda de que
Nestlé comenzará utilizando en Chile
en forma experimental algunos de los nuevos productos
que está experimentando, dado que en Europa,
Brasil y otros países Nestlé ha eliminado
el uso de los transgénicos a petición
de los consumidores, cosa que en Chile no ha accedido
a hacer, por más que le hemos presentado
miles de peticiones de sus consumidores para que
lo hagan y las encuestas públicas han indicado
que los chilenos no desean consumir alimentos transgénicos”,
agrega Cuchacovich.
Llamamos a Nestlé a que
suspenda el uso de ingredientes y alimentos transgénicos,
respete la petición de los chilenos que no
desean consumirlos y que elimine inmediatamente
las patentes que ha obtenido en café transgénico
y otros productos. El riesgo que estos productos
modificados presentan sobre la agricultura, ecología
y salud humana son inaceptables.
Con el fin de manifestar en forma
clara a la empresa que debe acoger una política
de responsabilidad social sin segregar a sus clientes,
se ha escrito al Sr. Peter Brabeck, Director General
de Nestlé Internacional, en momentos en que
se realiza su reunión anual de accionistas
en Suiza, para que nos informe el porqué
de la discriminación hacia a los chilenos.