El juego
VÍSTETE A LA MODA SIN, que se lanza a 500
escuelas españolas, se presentó hoy
en el Instituto Numancia de Madrid
19 abril 2006 - Madrid, España
— Greenpeace ha presentado esta mañana el
juego VÍSTETE A LA MODA SIN en el Instituto
Numancia de Madrid. El juego, dirigido a adolescentes,
es una herramienta educativa que muestra a los adolescentes
cómo la ropa está contribuyendo a
aumentar la cantidad de sustancias químicas
peligrosas a las que nos exponemos diariamente.
El juego forma parte de modasintóxicos, un
proyecto que Greenpeace está desarrollando
con grandes empresas y diseñadores españoles
para sustitutir las sustancias más peligrosas
de la ropa por alternativas más seguras.
El juego indica qué sustancias
pueden encontrarse o utilizarse en la fabricación
de las prendas que usamos a diario. Todas las sustancias
químicas peligrosas de las que se habla en
Vístete a la modasin, no son esenciales para
la producción de la prenda o tienen actualmente
alternativas viables en el mercado. Aún así
siguen utilizándose.
En los procesos de producción
de ropa y calzado se utilizan miles de sustancias
químicas. Sólo conocemos los efectos
para la salud y el medio ambiente de algunas de
ellas. Hoy se utilizan sustancias que son cancerígenas,
mutagénicas y tóxicas para la reproducción
(capaces de alterar el sistema reproductor). Algunas
de ellas tardan años en degradarse en el
medio ambiente y pueden acumularse en los seres
vivos.
El sector de la moda no es una
excepción. Este tipo de sustancias se encuentran
en la mayoría de los productos de consumo
cotidiano. Entre las sustancias que están
presentes en nuestros hogares existen algunas capaces
de alterar el sistema inmunitario, reproductor y
el desarrollo, por ejemplo. Ésta es la razón
por la que se están incrementando cierto
tipo de enfermedades, asma, alergias, cánceres,...
y están apareciendo algunas nuevas como el
síndrome de hipersensibilidad química.
La contaminación es tan amplia que estas
sustancias seencuentran en el agua de lluvia, en
el polvo doméstico, en sangre humana, en
cordones umbilicales o en leche materna.
La legislación actual no
protege la salud pública y el medio ambiente
porque permite que se siguan utilizando sustancias
químicas peligrosas para las que existen
en el mercado alternativas más seguras. No
existe ninguna razón económica ni
legal para no sustituirlas.
La UE está debatiendo una
nueva legislación que puede acabar con la
desprotección de las personas y el medio
ambiente frente a las sustancias más peligrosas.
Una de las cuestiones clave en la propuesta legislativa
actual (REACH – Registro, Evaluación y Autorización
de Sustancias químicas) es la sustitución
de las sustancias más peligrosas por alternativas
más seguras siempre que sea posible. Tras
el apoyo del Parlamento Europeo en su primera lectura,
a la sustitución obligatoria de las sustancias
más peligrosas, el Consejo debilitó
la propuesta, creando vías para permitir
el uso de sustancias muy tóxicas, como las
cancerígenas, en la fabricación de
productos de consumo cotidianos.