La organización
denuncia que el OIEA y la OMS subestimaron las consecuencias
del accidente
18 abril 2006 - SANTIAGO, Chile
— Un nuevo informe de Greenpeace en el que han participado
cerca de 60 expertos científicos de todo
el mundo (1), denuncia las mentiras del Organismo
Internacional para la Energía Atómica
(OIEA) y la Organización Mundial de la Salud
(OMS) sobre los efectos del mayor accidente nuclear
de la historia.
“El mundo científico ha
demostrado que el OIEA ha tratado de subestimar
los impactos sobre la salud humana causados por
la catástrofe de Chernobil. Greenpeace considera
lamentable que el afán del OIEA por beneficiar
a la industria nuclear se haga a costa del sufrimiento
de millones de personas afectadas por la radiactividad
de Chernobil”, declaró Juan López
de Uralde, director ejecutivo de Greenpeace España.
Este informe de Greenpeace, que
incluye diversos estudios, además de información,
en parte inédita, de otras investigaciones,
refleja que, a pesar de que permanezcan aún
muchas incertidumbres sobre las consecuencias completas
del desastre de Chernobil, los datos que ya se conocen
demuestran el alto coste para la vida humana de
ese accidente nuclear.
Un importante estudio (incluido
en el informe), concluye que ya se habrían
producido 200.000 víctimas mortales por culpa
de Chernobil en las tres repúblicas ex-soviéticas
a causa de Chernobil. Según el informe, en
los últimos 15 años se habrían
producido 60.000 muertes en Rusia atribuibles al
accidente de Chernobil y se estima que el total
de las pérdidas de vidas para Ucrania y Bielorrusia
podría alcanzar otras 140.000 (2).
Además, en un informe del
Centro Independiente de Evaluación Medio
Ambiental de la Academia Rusa de la Ciencia, basado
en datos estadísticos del Centro Nacional
de Estadística sobre el Cáncer de
Bielorrusia y Ucrania, prevé que se producirán
próximamente otros 270.000 cánceres,
de los cuales 93.000 mortales, causados por Chernobil
en todo el mundo (3).
“El accidente de Chernobil demostró
la peligrosidad de la energía nuclear y su
potencialidad catastrófica para la salud
humana y el medio ambiente. No es posible plantear
un nuevo modelo energético que dé
cabida a la energía nuclear, sin considerar
previamente en profundidad las consecuencias que
todavía estamos pagando por el accidente
de Chernobil”, declaró Carlos Bravo, responsable
de la campaña de energía nuclear de
Greenpeace.
El conjunto de datos incluidos
en el informe proporciona una amplia visión
de la situación actual de los impactos sobre
la salud de Chernobil y concluye que la radiación
liberada por la catástrofe ha tenido, además
del impacto del cáncer, otros efectos devastadores
en la salud de los supervivientes: daños
de los sistemas inmunológico y endocrino,
aceleración del envejecimiento, trastornos
cardiovasculares y del aparato circulatorio, trastornos
psicológicos, aberraciones cromosómicas
y aumento de las deformaciones en fetos y en niños.
Aparte del impacto directo de
la radiación, la salud de la población
bielorrusa, ucraniana y rusa se ha visto seriamente
afectada por una serie de daños socio-económicos
causados por la pérdida de las áreas
agrícolas, los realojamientos forzados de
unas 350.000 personas, crisis económica y
la falta de una adecuada información a los
afectados, además de un retraso político
en la protección de la víctimas.
Estos datos desafían las
conclusiones del informe presentado por el Chernobyl
Forum del OEIA de septiembre de 2005 (4), que preveía
sólo 4.000 muertes adicionales atribuibles
al accidente. Para Greenpeace es evidente que las
cifras del OIEA son “un menosprecio al sufrimiento
de cientos de miles de personas”.
El OIEA omitió el hecho de que esos 4.000
casos mortales de cáncer se referían
sólo a un grupo específico estudiado
de unas 600.000 personas (los llamados “liquidadores”
y los realojados después del accidente),
mientras que la nube radiactiva provocada por Chernobil
afectó a más de 2.000 millones de
personas. Este organismo enmascara además
la verdadera escala de impacto a la salud humana
de Chernobil en muchos otros aspectos. Por ejemplo,
el OIEA omitió todos los impactos no oncológicos
del accidente e intentó explicar muchos trastornos
como “radiofobia”, cuando existen claras evidencias
médicas de los impactos psicológicos
de la exposición a la radiación (por
ejemplo, la glándula tiroides tiene una relación
directa con el bienestar psicológico).
“Resulta escandaloso comprobar
cómo el OIEA está intentando lavar
la imagen de los impactos del accidente nuclear
más grave de toda la historia humana”, ha
añadido Carlos Bravo. “Negar las reales implicaciones
de Chernobil no es solamente insultar a miles de
víctimas, sino que puede llevar a formular
recomendaciones peligrosas como, por ejemplo, proponer
realojar muchas personas en áreas contaminadas.
El OIEA no puede seguir siendo el organismo de control
de la energía nuclear cuando ni siquiera
se atreve a admitir la responsabilidad de esta energía
ante aquellos que por su culpa han visto sus vidas
destrozadas para siempre”, añadió
Bravo.
DATOS DEL INFORME
o La incidencia del cáncer ha aumentado en
Rusia, Ucraina y Bielorrusia. Entre 11000 y 2000
se documentó un incremento del 40% de todos
los cánceres en Bielorrusia, con aumentos
más altos (52%) en la región altamente
contaminada de Gomel. En Ucrania se vio un aumento
del 12% y en áreas contaminadas de la región
de Zhytomir en Ucrania, el número de adultos
con cáncer aumentó casi tres veces
entre 1986 y 1994. En la región rusa de Bryansk,
la incidencia del cáncer aumentó 2.7
veces.
o Sólo en Bielorrusia, se han identificado
unos 7.000 casos de cáncer de tiroides debidos
al accidente hasta 2004. Un estudio reciente ha
alarmado de que el cáncer de tiroides en
niños ha aumentado 88.5 veces, en adolescentes
12.9 veces y en adultos 4.6 veces. La previsiones
para Bielorrusia hablan de entre 14.000 y 31.400
casos extra de cáncer en 70 años.
o Por lo que tiene que ver con Ucrania en su totalidad,
se prevén unos 24.000 cánceres de
tiroides, de los cuales 2.400 mortales.
o Este dramático aumento de los casos de
cáncer de tiroides son muy superiores a lo
esperado. Justo después del accidente, se
predijo que se produciría sólo un
ligero aumento de los casos de cáncer. Además
estos cánceres han demostrado ser muy agresivos,
con un periodo de latencia muy breve y una elevada
tendencia a formar metástasis en un 50% de
los pacientes. Este último factor obliga
a tratamiento quirúrgicos repetidos para
remover las metástasis residuales.
o La leucemia empezó a aumentar significativamente
en las poblaciones más expuestas unos 5 años
después del accidente. Se ha estimado que
la población bielorrusa podría llegar
a sufrir hasta 2.800 casos extra de leucemia entre
1986 y 2056. De estos, hasta 1.880 serían
mortales.
o Desde 1995 en adelante se ha detectado también
un aumento de los casos de cáncer de estómago,
pulmones, mama, recto, colon, tiroides, médula
ósea y del sistema linfático. Entre
1987 y 1999, se registraron aproximadamente 26.000
casos de cánceres inducidos por la radiación
en Bielorrusia. De estos casos, el 18.7% eran cánceres
de piel, el 10.5% cánceres de pulmón
y el 9.5% de estómago.
o Los trastornos cardiovasculares y del sistema
linfático han aumentado considerablemente
en Bielorrusia, Ucrania y Rusia. En Bielorrusia,
las enfermedades relacionadas con la circulación
de la sangre se han visto multiplicadas por 5.5,
diez años después de accidente. En
Ucrania, los trastornos emáticos y cardiovasculares
aumentaron de un factor 10.8-15.4 entre los habitantes
de las áreas contaminadas.
o Impactos de la radiación sobre el aparato
reproductor. La acumulación de radionucleidos
en el cuerpo de la mujer lleva a un aumento de la
producción de la hormona masculina testosterona,
que causa la aparición de atributos masculinos.
En cambio, se hizo mucho más frecuente la
impotencia entre los hombre de entre 25 y 30 años
que viven en las regiones contaminadas por radiactividad.
Los niños de los territorios contaminados
sufren un retardo del desarrollo sexual. Las madres
padecen de trastornos del ciclo menstrual y de una
mayor frecuencia de problemas ginecológicos,
anemia durante y después del parto, anomalías
en el parto y ruptura prematura de las aguas.
o El accidente de Chernobil trastocó el equilibrio
de toda la sociedad bielorrusa, ucraniana y rusa.
Se ha generado una crisis general a causa de un
complejo entramado de distintos factores como, por
ejemplo: realojamiento de poblaciones muy numerosas,
pérdida de los terrenos agrícolas,
contaminación de los alimentos, crisis económico,
incremento del gasto sanitario a causa de los problemas
generados por el accidente, problemas políticos,
mano de obra debilitada, enormes costes estatales
para la recuperación de la normalidad en
las zonas afectadas, etc.
NOTAS
(1)El informe “La catástrofe
de Chernobil. Consecuencias en la salud humana”
se puede descargar en:
www.greenpeace.org/chernobylhealthconsequncesreport.pdf
En español, está disponible el Resumen
Ejecutivo de este informe
(2) Khudoley et al. (2006) Attempt
of estimation of the consequences of Chernobyl Catastrophe
for population living at the radiation-polluted
territories of Russia. Publ: Centre of the Independent
Environment Assessment of the Russia Academy of
Sciences, Consequences of the Chernobyl Accident:
Estimation and prognosis of additional mortality
and cancer deseases. ISBN 5-94442-011-1.
(3) Malko M.V. (2006). In: Estimations
of the Chernobyl Catastrophe (on the base of statistical
data from Belarus and Ukraine), Publ: Centre of
the Independent Environment Assessment of the Russia
Academy of Sciences, ISBN 5-94442-011-1
(4) El informe del Chernobyl Forum
de la OIEA: http://www.iaea.org/NewsCenter/Focus/Chernobyl/index.html