06 abril
2006 - DF, México — El lema "Café
con aroma de justicia" podría desaparecer
próximamente. El pasado 22 de febrero la
corporación Nestlé obtuvo en Europa
una patente sobre una planta de café genéticamente
modificada que supuestamente mejora la solubilidad
del café en polvo. Esta misma patente a sido
solicitada en México. De conseguirla, la
corporación incrementará su control
sobre los productores de café al tiempo que
pondrá en riesgo de contaminación
genética a las plantaciones de café
convencional y de café orgánico, del
que México es el primer productor en el mundo.
La patente concedida es para una
planta de café con una enzima bloqueada y
cubre el proceso técnico, las plantas genéticamente
modificadas y uso de los granos para elaborar café
soluble. Su cultivo en México amenazaría
gravemente la economía de más de 480
mil familias cafetaleras y a cerca de 500 organizaciones
campesinas e indígenas que dependen del café.
"Las organizaciones productoras
de café orgánico y convencional de
México rechazamos contundentemente esta posibilidad
y exigimos al gobierno que no otorgue esta patente
y que prohíba la experimentación y
siembra de cafés modificados genéticamente
en nuestro país", dijo Fernando Celis
Callejas, asesor de la CNOC, que agrupa a unos 70
mil productores de café de nuestro país.
"Para los productores de
café de América Latina representaría
un duro golpe a sus procesos de mejoramiento de
la calidad y la conversión a una agricultura
orgánica. Nestlé no debería
poner sus intereses económicos por encima
del bienestar de millones de familias campesinas
que viven de los ingresos que genera la comercialización
del grano y que obtienen recursos adicionales por
hacerlo sanamente", dijo Víctor Perezgrovas,
presidente de la Coordinadora Latinoamericana y
del Caribe de Comercio Justo.
"Nestlé ha solicitado
también patentes de transgénicos de
cacao y de bacterias de yogur. En beneficio de los
consumidores que rechazan comer organismos modificados
genéticamente, Greenpeace llama a Nestlé
a renunciar públicamente al uso de transgénicos,
pues los riesgos que dichos ingredientes crean para
la economía, la ecología y la salud
son inaceptables", dijo Areli Carreón,
coordinadora de la campaña de consumidores
de Greenpeace México.