25 abril
2006 - Ciudad de México, México —
El peor accidente nuclear de la historia ha causado
cientos de miles de muertes y sigue provocando estragos
en miles de personas. Sin embargo, organismos como
la ONU actúan con indiferencia y pretenden
convencer al mundo de que la mejor opción
energética es la peligrosa energía
nuclear.
A veinte años del desastre
de Chernobyl (26 de abril de 1986), miles de personas
libran día a día una batalla con el
legado cruel que les dejó Chernobyl. En Ucrania,
Rusia, Bielorrusia y más allá, hay
cientos de miles de personas a las que el desastre
nuclear ocurrido aquella tranquila noche de primavera
de 1986 les arrebató la oportunidad de una
vida normal. Son miles de vidas desgarradas de manera
irreparable y para siempre.
La tecnología nuclear es
inherentemente peligrosa; afortunadamente, hoy en
día es también innecesaria. Nuestros
requerimientos energéticos pueden ser satisfechos
con tecnologías seguras, eficientes y renovables.
Entonces, ¿por qué
la Organización de las Naciones Unidas, a
través de su Agencia Internacional de Energía
Atómica (IAEA), continúa defendiendo
la tecnología nuclear?
¿Y por qué el gobierno
mexicano también pretende construir más
plantas nucleares?
A pesar de ser ampliamente conocidos
los peligros de la energía nuclear, las autoridades
mexicanas pretenden ampliar la capacidad y vida
útil de la central nuclear de Laguna Verde,
en Veracruz, y lo que es peor, la Secretaría
de Energía y la Comisión Federal de
Electricidad han anunciado planes para construir
más plantas nucleares en los siguientes años.
Para que no se repitan pesadillas
como la de Chernobyl, es necesario que levantes
la voz y digas NO a la energía nuclear, NO
más accidentes como el de Chernobyl.
Así podrás exigir
al secretario general de las Naciones Unidas, Kofi
Annan, y al director general de la IAEA, ElBharadei,
que dejen de promover una industria sucia y sumamente
risgosa como la nuclear y, en cambio, concentren
sus esfuerzos exclusivamente en su misión
esencial: el desarme y la paz mundial.
Exígele a estas dependencias
que tus impuestos y el de todos los mexicanos no
sean usados para financiar una industria peligrosa
y sucia como la nuclear, pues no genera beneficios
económicos, sociales ni ambientales a los
mexicanos.
Escribe ahora, nosotros haremos
llegar tu mensaje a la ONU, a la Sener y a la CFE.