Madrid,
21 de abril de 2006.- WWF/Adena hizo pública
hoy una clasificación de 22 gobiernos de
la UE más Suiza sobre sus actitudes y medidas
respecto a las talas ilegales que sus importaciones
de madera generan en terceros países. El
análisis de 2006, comparable con dos evaluaciones
previas realizadas en 2004, muestra que los progresos
han sido muy escasos. WWF/Adena pide a los gobiernos
nacionales que dejen de simular una oposición
a las talas ilegales y que, con sus políticas,
apoyen de verdad a las empresas y a los gobiernos
que actúan de modo responsable.
Ninguno de los 23 gobiernos investigados
alcanzó resultados aceptables. El país
mejor situado fue Reino Unido, seguido por Holanda,
Dinamarca, Letonia y Bélgica, que sobrepasaron
escasamente el 50% de la máxima puntuación
posible. Además, la calificación del
Reino Unido había bajado desde 2004, aunque
sigue manteniéndose en la primera posición.
Por otra parte, España quedó en el
puesto 14, mientras el único país
que realizó progresos notables fue Holanda.
Los gobiernos consiguieron la
mayoría de sus puntos en su visión
ante las actividades que la UE ha de acometer contra
las talas ilegales, pero han obtenido muy baja puntuación
en cuanto a sus propias medidas nacionales. Beatrix
Richards, Especialista en Política Forestal
de WWF/Adena, puntualizó: “Aunque resulte
positivo y necesario el apoyo a las acciones de
la UE, por sí solas estas resultan insuficientes
para enfrentar el problema mundial de las destructivas
talas ilegales. La UE es uno de los mayores consumidores
de maderas de origen ilegal de todo el mundo y los
países de la UE fracasan a la hora de generar
demanda suficiente de productos forestales legales
y sostenibles”.
Esta evaluación muestra
la escasa o nula intervención de los gobiernos
sobre las compras de las administraciones públicas.
Sólo Francia pudo demostrar tener una política
completa para garantizar que los productos forestales
adquiridos por las instituciones públicas
son producidos de modo legal y sostenible. Austria,
Reino Unido, Holanda, Alemania, Dinamarca, Suiza
y Bélgica pudieron mostrar algunas –aunque
insuficientes- políticas de compras públicas.
Bélgica, Dinamarca y Holanda habían
mejorado algo en los dos últimos años.
Los restantes países fueron incapaces de
demostrar a WWF/Adena que tenían alguna medida
de este tipo. Para Karin Wessman, Coordinadora para
Talas Ilegales de WWF/Adena: “Resulta alarmante
que ninguno de los gobiernos examinados haya podido
probar que aplicaba efectivamente esas mejoras legales
ni que el dinero de sus contribuyentes no fuera
a pagar las talas ilegales”.
Tan sólo Austria ha desarrollado
un programa nacional de acción para tratar
los asuntos de aplicación efectiva de las
leyes forestales, gestión y comercio de madera.
Los gobiernos también fueron
examinados respecto a sus actitudes frente a las
iniciativas de la UE (proceso FLEGT). Todos mostraron
un apoyo decidido al desarrollo de una legislación
de la UE que ponga fuera de la ley la importación
de madera y productos forestales de origen ilegal.
WWF/Adena ha insistido repetidamente en que la ausencia
de legislación permite la importación
de madera de origen ilegal de países que
no han establecido acuerdos voluntarios según
el proceso FLEGT.
En España, WWF/Adena
reconoce los importantes avances recogidos en la
recién aprobada ley de montes en materia
de compra responsable de madera y papel, para evitar
la madera de origen ilegal dando prioridad a los
productos certificados. Para Félix Romero,
Responsable del Programa de Bosques de WWF/Adena:
"Esta medida es muy importante para trabajar
de forma efectiva contra las talas ilegales, pero
insuficiente si no se plasma en un plan de acción
concreto, con fechas y objetivos y que establezca
una clara preferencia a la certificación
FSC, por ser éste el único sistema
capaz de evitar el uso de madera de origen ilegal
en los productos certificados".