22 mayo
2006 - Internacional — Entre los detenidos se encuentra
Marc San Juan, activista catalán. Las detenciones
comenzaron cuando el barco de Greenpeace, Arctic
Sunrise, intentaba impedir la descarga de soja de
la empresa Cargill, responsable de deforestar la
Amazonia. Los activistas ocuparon las instalaciones
ilegales de esta empresa. El objetivo es denunciar
la enorme destrucción de la Amazonia que
causa la industria de la soja.
Un equipo de escaladores de Greenpeace,
procedentes del barco de Greenpeace Arctic Sunrise,
ha bloqueado hoy, durante casi cuatro horas, las
instalaciones de exportación de soja que
Cargill construyó ilegalmente en Santarem,
en el río Amazonas. La soja, que es exportada
a Europa para alimentar al ganado, se cultiva en
zonas deforestadas de la selva tropical amazónica.
De momento hay 16 detenidos (de Brasil, Argentina,
Estados Unidos, Canadá, España Túnez)
entre ellos Marc San Juan, voluntario de Greenpeace
España (1).
Las escaladores ahora continúan
intentando ocupar el tejado y las cintas transportadoras
de las instalaciones de Cargill donde han desplegado
una pancarta con la leyenda “Fuera Cargill” en portugués
e inglés. Otros voluntarios están
intentando evitar que las barcazas descarguen su
soja en las instalaciones. Al mismo tiempo el Arctic
Sunrise está intentando bloquear el muelle
para impedir la aproximación de más
barcazas, pero está siendo embestido por
un barco de Cargill. Los trabajadores de Cargill
que se encuentran en el muelle han reaccionado violentamente;
uno de los activistas ha sido arrojado al agua y
otros tres tienen heridas leves.
Investigaciones recientes de Greenpeace,
incluidas en el informe Devorando la Amazonia (2),
muestran que las instalaciones de Cargill no sólo
son ilegales (3) sino que están “blanqueando”
para el mercado mundial la soja que obtenida de
la destrucción de la selva (4). Cargill posee
13 silos en zonas de selva deforestada, más
que ninguna otra empresa.
Miguel Ángel Soto, responsable
de la campaña de bosques de Greenpeace, ha
denunciado que “empresas norteamericanas como Cargill
están devorando la Amazonia para plantar
soja. La carne alimentada con esta soja termina
en los estantes de los supermercados europeos y
en los mostradores de empresas de comida rápida
como Kentucky Fried Chicken. Nuestros voluntarios
aguantarán tanto como sea posible para evitar
que soja procedente de la destrucción de
la selva tropical más importante del planeta
sea exportada a Europa con el fin de
alimentar pollos, cerdos y vacas”.
El cultivo de soja se ha convertido
en uno de los principales agentes de la destrucción
de la selva amazónica brasileña. Se
calcula que, hasta el momento, 1,2 millones de hectáreas
de selva han sido arrasadas para cultivar soja.
Cargill no oculta que está ayudando a establecer
plantaciones de soja en la Amazonia. Muchas de estas
haciendas están implicadas en otras actividades
ilegales, como robo de tierras y esclavitud (5).
“Las empresas como Cargill deben
dejar de ver la Amazonia como un lugar donde extender
sus negocios de soja y darse cuenta de que es la
mayor selva tropical del mundo y que necesita protección”,
afirmó Gavin Edwards, Coordinador de la campaña
de Bosques de Greenpeace Internacional.
Greenpeace está haciendo
un llamamiento a Cargill y la industria alimentaria
europea para que se aseguren de que la soja y los
piensos para animales que adquieren no contribuyen
a la destrucción de la Amazonia ni han sido
genéticamente modificados. Para más
información:
NOTAS:
(1) Marcos Sanjuán, activista barcelonés
que ya estuvo en una estación de resistencia
de Greenpeace en Laponia, se encuentra embarcado
en el Arctic Sunrise desde el pasado día
3 de mayo dentro de la expedición que la
organización está llevando a cabo
para denunciar el problema que la soja está
causando en la Amazonia. Su diario, “Crónicas
desde el Mundo Verde”, se puede consultar en la
web de Greenpeace:
(2) Devorando la Amazonia, informe
disponible en la web de Greenpeace:
http://www.greenpeace.org/espana/reports/devorando-la-amazonia
También hay disponible un breve informe sobre
los crímenes de Cargill en inglés:
http://www.greenpeace.org/international/press/reports/cargill-amazon
(3) En febrero de 2006, el segundo
tribunal más importante de Brasil falló
que Cargill debía cumplir la legislación
brasileña y realizar una Evaluación
de Impacto Ambiental, no sólo del puerto
que ya habían construido, sino por los distintos
impactos en toda la región.
(4) En uno de los numerosos casos
estudiados en el informe, se comprobó que
la soja que llegaba a las instalaciones de Cargill
procedía de la Hacienda Lavras, que se asienta
en terrenos adquiridos ilegalmente y parte de los
cuales se habían deforestado para plantar
soja. Greenpeace posee una copia del contrato firmado
entre Cargill y los propietarios de la hacienda,
los hermanos Cortezia.
(5) El gigante agroalimentario
Cargill, es la mayor firma privada de los EE.UU,
con unos ingresos cercanos a los 63.000 millones
de dólares en 2003. Es el rey indiscutible
del comercio mundial de grano. Compra, vende, transporta,
mezcla, muele, moltura, refina y distribuye por
todo el planeta.