05 mayo
2006 - Greenpeace calificó de “papelón”
el discurso que el presidente Néstor Kirchner
formuló este viernes en Gualeguaychú
y lamentó que “ni siquiera haya prometido
un plazo” para adoptar un plan que evite la contaminación
generada por las actuales plantas de celulosa que
se encuentran en la Argentina.
“Al menos, con los famosos mil
días de María Julia Alsogaray para
sanear el Riachuelo, pudimos después reclamar
por la promesa incumplida. Ahora, vimos que Kirchner
ni siquiera promete plazos concretos para evitar
la contaminación de las celulosas. Además,
es un discurso careciente de autocrítica
en relación con lo que sucede con las actuales
plantas de celulosa en la Argentina”, indicó
Martín Prieto, director ejecutivo de Greenpeace.
Para Greenpeace, el discurso “es
por lo menos poco sincero” y está “muy por
debajo de las expectativas”, ya que no ofrece ningún
lineamiento concreto sobre política ambiental
para el país ni pone plazos o métodos
de solución concretos para las actuales y
las futuras plantas de celulosa.
Greenpeace consideró que
Kirchner y los once gobernadores presentes en Gualeguaychú,
además de preocuparse legítimamente
por la contaminación de las papeleras uruguayas,
deberían actuar de forma decidida sobre las
actuales plantas de celulosa que funcionan en la
Argentina.
Para Greenpeace, el mensaje de
Kirchner y los gobernadores debe traducirse en hechos:
"mensajes bastante similares se registraron
en diversas oportunidades en el pasado, dichos por
anteriores presidentes y hasta por el propio Kirchner.
Esperamos que ahora comience a hacerse realidad.
Hasta ahora no existe una política ambiental
y esperamos que se intente recuperar el tiempo perdido",
expresó por su parte Juan Carlos Villalonga,
director de Política de la organización.
En relación con las plantas
de celulosa, Greenpeace viene señalando la
necesidad de poner en marcha un plan de producción
limpia para ese sector desde 1998: "desde entonces
son varios los Gobiernos que no han hecho absolutamente
nada, incluido este, esperamos que ahora el Gobierno
nacional tenga la convicción de que hay que
pasar a la acción en materia ambiental",
agregó Villalonga.
En relación a la industria
de la pasta celulosa, Greenpeace propone, entre
otras medidas, la prohibición del uso de
cloro elemental en el proceso de blanqueo a partir
del año próximo. "Adoptar medidas
de ese tipo sería actuar acorde a las palabras
que hoy escuchamos”, agregó.
En este sentido, Greenpeace le
reclamó a Kirchner y a los muchos gobernadores
que estuvieron presentes hoy en el acto de Gualeguaychú
el impulso de un Plan de Producción Limpia
(1) para el sector de la celulosa que establezca
las bases y criterios para el desarrollo de la industria
del papel en ambos países.
La organización ambientalista realiza este
reclamo a la Argentina desde mediados de la década
del '90 y sostiene la misma demanda ante los Gobiernos
de los distintos países de la región.
"Esto implica criterios acerca
de los impactos que generan las plantaciones, implica
dar prioridad a la utilización de tecnologías
limpias y criterios acerca de las escalas y las
localizaciones de las instalaciones. El Plan de
Producción Limpia (1) es establecer las bases
para resolver este conflicto en base a criterios
de desarrollo sustentable", agregó.
Greenpeace consideró que
recurrir a La Haya debería ser "la última
etapa del conflicto" y señaló
que "hay instancias de discusión que
no se han explorado debidamente. Creemos que hay
que discutir estos proyectos desde cero, y recurrir
la Corte Internacional de Justicia no nos aproxima
necesariamente a una solución de fondo respecto
de la contaminación que generarán
las plantas de celulosa", concluyó Prieto.
El Plan de Desarrollo Limpio propuesto
por Greenpeace contempla:
1) Eliminación del cloro en el blanqueo.
La pasta puede ser blanqueada con métodos
que no emplean cloro -Totalmente Libres de Cloro
o TCF. Para hacerlo se utilizan blanqueadores a
base de oxígeno tipo peróxido de hidrógeno
(aguaoxigenada), ozono y oxígeno gaseoso.
Esta tecnología totalmente libre de cloro
ha demostrado ser eficiente, posible y económicamente
conveniente.
Extender el proceso de cocción
y realizar el proceso de delignificación
con oxígeno.
Es un prerrequisito imprescindible para lograr que
el proceso pueda ser
totalmente libre de cloro. Este paso reduce las
cantidades de lignina que ingresa a las etapas de
blanqueo. Los residuos de la delignificación
con oxígeno pueden ser reciclados.
2) Eliminar totalmente los efluentes
de las plantas de pasta y papel.
La eliminación del cloro y sus subproductos
altamente corrosivos permite a las papeleras operar
en sistemas Totalmente Libres de Efluentes. Al tratar
y reciclar los efluentes dentro del proceso es posible
reducir la cantidad de agua empleada y eliminar
las descargas tóxicas.
3) Aumentar el porcentaje de papel
que es reciclado y el contenido de papel reciclado
post-consumo en los papeles a la venta. Disponer
de medidas para que todo el papel descartado por
los organismos públicos nacionales sea reciclado.
Que el papel de impresión y escritura que
compre el gobierno contenga al menos un 20% de fibras
recicladas postconsumo a dos años de iniciado
este plan. Reducir la demanda de papel blanco. Favorecer
la Investigación y el Desarrollo de tintas
más limpias que permitan un mejor reciclaje
sin contaminación. Favorecer impositivamente
a las empresas que opten por fabricar papel de impresión
con fibras postconsumo. Recientemente la Ciudad
de Buenos Aires adoptó por ley un "Plan
de Basura Cero" que eliminará la disposición
final de elementos reciclables como el papel.
Se puede consultar "Impactos de la producción
de papel", Greenpeace Argentina, abril 1997.
http://www.greenpeace.org.ar/media/informes/2391.pdf
4) Establecer líneas de
crédito blandas para la eliminación
de los efluentes de las industrias del sector y
la promoción y crecimiento de las empresas
de reciclado. Se debe promover, en plazos adecuados,
la reconversión de las industrias del sector
a procesos más limpios y generar condiciones
más propicias para el reciclado de papel
y el consumo de productos fabricados con fibras
recicladas.
5) Exigir la explotación
sostenible de los recursos forestales.En la utilización
de fibra virgen, ésta debe provenir de cultivos
certificados según los estándares
del sistema de certificación forestal del
ForestStewardship Council (FSC4). Esta certificación
es una condición necesaria a la que deberán
a ñadirse criterios específicos de
explotación sustentable de maderas para ambos
países. Tanto las plantas industriales como
plantaciones forestales, deben estar sujetas a la
Aprobación de las comunidades que se verán
afectadas por tales emprendimientos y deben ser
estudiados sus impactos ambientales y socioeconómicos