En los
últimos dos años se han producido
al menos 94 sucesos relevantes, de los cuales 26
han provocado paradas no programadas de las centrales
nucleares
25 mayo 2006 - Madrid, España
— Greenpeace ha elaborado un estudio (1) que pone
de manifiesto que el mal funcionamiento y los graves
problemas de seguridad del parque nuclear español
hacen que esta energía sea cada vez menos
fiable para garantizar el suministro eléctrico.
Son múltiples los ejemplos
pero citando sólo algunos de ellos se ve
esta falta de fiabilidad: los constantes fallos
de la central nuclear de Cofrentes (Valencia); el
escándalo del suceso de rotura del sistema
de refrigeración de servicios esenciales
de Vandellós-2 (Tarragona) -el más
grave de la historia de la industria nuclear en
España después del accidente de Vandellós-1
en 1989, según el propio Consejo de Seguridad
Nuclear; el reciente hallazgo, (también en
Vandellós-2) de piezas metálicas sueltas
en su circuito de refrigeración, procedentes
del interior de la vasija del reactor; los problemas
de protección radiológica de Ascó-1
(Tarragona); o los graves problemas de seguridad
que arrastra la obsoleta central nuclear de primera
generación de Santa Mª de Garoña
(Burgos) -aparición de grietas por corrosión
en los tubos que conducen las barras de control
al interior de la vasija del reactor- que ha sido
recientemente sancionada con un Nivel 1 por un problema
de cultura de seguridad.
El mal funcionamiento de las centrales
nucleares españolas se refleja en los 94
sucesos notificables de los cuales ha informado
el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) desde principios
de 2004 hasta la fecha (el número real de
incidentes de seguridad es mayor ya que no todos
los sucesos notificables se han hecho públicos
en este periodo por parte del CSN o los titulares
de las centrales nucleares).
De esos 90 sucesos relevantes
para la seguridad, 26 han provocado la Parada No
Programada de alguna de las centrales nucleares.
De las 9 existentes (incluyendo Zorita, que ha cerrado
el pasado 30 de abril) las que más sucesos
han registrado en los últimos 2 años
han sido las de Ascó-1, con 17 sucesos. Sigue
Cofrentes (Valencia) con 16. Juntas, han visto su
funcionamiento reducido por 9 paradas no programadas.
Las centrales atómicas
catalanas sufrieron casi la mitad de los sucesos
e incidentes ocurridos entre 2004 y 2006 en el parque
nuclear español. Las centrales nucleares
de Ascó-1, Ascó-2 y Vandellós-2
acumularon 45 sucesos notificables (17, 14 y 14,
respectivamente) del total de 94 acaecidos en ese
periodo. Además, estas tres centrales sufrieron
13 paradas no previstas por diversos fallos a lo
largo de los últimos dos años. Vandellós-2,
especialmente ha tenido que estar parada 7 meses
en total desde 2004.
Mirando en el detalle cada central nuclear se puede
ver como las instalaciones que menos seguridad de
suministro han dado desde el comienzo de 2004 han
sido Vandellós-2 y Cofrentes con un porcentaje
de indisponibilidad del 27,5% y 15,3% respectivamente.
"La energía nuclear
está lejos de ser esa fuente fiable de suministro
eléctrico que nos trata de vender el lobby
nuclear. De hecho, el creciente agotamiento de la
vida útil de las centrales nucleares y sus
problemas de seguridad hacen que su nivel de indisponibilidad
en los últimos años sea ya significativo
y con tendencia a empeorar", ha declarado Carlos
Bravo, responsable de la campaña de energía
nuclear de Greenpeace.
Según datos de la Red Eléctrica
Española, la contribución del parque
nuclear español en la producción de
electricidad está perdiendo importancia en
los últimos años, pasando del 30%
en el 2000 al 19,7% en 2005. Este cambio es especialmente
relevante si tenemos en cuenta que el 2005 fue un
año hidrológico muy seco y por lo
tanto la contribución de la energía
hidroeléctrica fue muy baja. A pesar de esta
circunstancia, la producción neta de electricidad
por parte de las centrales nucleares en 2005 fue
un 9,5% inferior con respecto a la de 2004 debido
a los numerosos problemas que las instalaciones
sufren cada vez más.
En lo que se lleva de año
2006, cabe destacar la escasa fiabilidad del parque
nuclear español durante el mes de abril.
La disponibilidad de las centrales ha llegado sólo
al 70% debido a las paradas no programadas de las
centrales de Ascó-2, Vandellós-2,
de la parada por "mantenimiento general"
y de recarga de Cofrentes además de la parada
por recarga de la central de Ascó-1. Sin
embargo, dado el exceso de potencia eléctrica
instalada en la península, fue posible seguir
manteniendo la cobertura de la demanda, demostrando
de paso la prescindibilidad de estas instalaciones
atómicas. Una falta de disponibilidad global
de 658,5 días en los últimos dos años
y medio es como si una de estas centrales hubiese
funcionado sólo al 25%.