30 mayo
2006 - Internacional — Ante los alarmantes datos
que está arrojando la costera de la anchoa
en el Cantábrico en 2006, la organización
ecologista Greenpeace exige el cierre total del
caladero de la anchoa hasta que los datos muestren
su recuperación.
Según el estudio conocido
ayer del Instituto Azti, los datos de 2006 muestran
una realidad muy preocupante sobre la situación
de la anchoa en el Cantábrico, y los pescadores
del Cantábrico han calificado la situación
de "catastrófica".
“El año pasado solicitamos
el cierre total de la pesquería, pero no
se nos hizo caso. Ahora la situación es catastrófica”-
ha declarado Juan López de Uralde, Director
de Greenpeace- ”Exigimos el cierre inmediato y sin
límites temporales del caladero hasta que
se constate una recuperación real y total
que permita reiniciar la actividad pesquera con
garantías”.
Según concluye Azti en
su informe: las primeras estimaciones de la campaña
científica del 2006 indican que el stock
podría mostrar una ligera recuperación
respecto al 2005, pero se encontraría, con
alta probabilidad, por debajo de la biomasa de precaución
(33.000 t), e incluso todavía por debajo
de la Biomasa Límite de 21.000t, y en consecuencia
en grave riesgo de disminución de la capacidad
reproductiva. En caso de que el stock se halle efectivamente
en torno o por debajo a Biomasa limite, se desconoce
la dinámica del recurso y su capacidad de
recuperación.
“El caso de la anchoa ilustra
a la perfección cómo se están
desoyendo en política pesquera las señales
de alarma de los estudios científicos y las
organizaciones ecologistas. Se lleva al agotamiento
un caladero tras otro, y sólo se toman medidas
cuando ya no hay remedio. Ahora lo estamos viendo
también con el atún rojo en el Mediterráneo,
y nos preguntamos cuál será el siguiente”
-añadió López de Uralde.