23 mayo
2006 - Ciudad de México, México —
En la embajada canadiense fue entregado un cráneo
dorado de tamaño natural en cuya base se
leía: "Greenpeace otorga La Calavera
de Oro al Excelentísimo Embajador Gaëtan
Lavertu por su apoyo al proyecto de Metallica Resources
Inc. contribuyendo al ecocidio de San Luis Potosí".
Frente a la embajada una manta explicaba: "Canadá
busca destruir el acuífero de San Luis Potosí".
"Tenemos información
de primera mano de que esta Embajada y otros miembros
del gobierno de Canadá han presionado a funcionarios
federales y estatales de diversos niveles para asegurarse
de que el proyecto fuera aprobado. La Semarnat incluso
lo aprobó incurriendo en desacato, a pesar
de los daños evidentes que el proyecto puede
ocasionar. Nos parece muy grave que el socio comercial
de México apoye un proyecto que traerá
serías consecuencias ambientales y sociales
y que no dudamos de calificar de ecocidio",
afirmó Alejandro Calvillo, director de Greenpeace
México.
Greenpeace dio a conocer que el
gobierno canadiense se ha destacado por proteger
y promover a la industria minera pese a los impactos
que ocasiona en todo el mundo. De hecho, el parlamento
canadiense, a través del Comité de
Asuntos Internacionales y Comercio, ha llamado a
su gobierno a detener los devastadores impactos
ambientales y sociales de la minería canadiense
alrededor del mundo; incluso ha propuesto que las
mineras asuman responsabilidad legal por las consecuencias
de sus actividades en otros países (donde
han sido acusadas de propiciar la violación
de derechos humanos y la represión social).
Sin embargo, el gobierno canadiense, en vez de atender
este llamado, ha presionado a las autoridades de
México para que autoricen un proyecto ecocida
que además destruirá un acervo importante
del patrimonio histórico de San Luis Potosí.
En el propio territorio canadiense
se ignora hasta dónde llega la contaminación
química que ocasionan las más de 4
mil minas abandonadas. Se reconoce que el mayor
problema es el escurrimiento ácido de los
jales mineros altamente contaminados que es imposible
de contener una vez que ha iniciado, cuando las
minas son abandonadas -tal y como lo hará
Metallica en México al cabo de 8 años-.
Ese proceso de contaminación puede prolongarse
por décadas y hasta siglos.
Minera San Xavier, subsidiaria
de Metallica Resources Inc., pretende impulsar una
mina de tajo a cielo abierto para extraer oro y
plata en el Cerro de San Pedro que ocuparía
al menos un millón de metros cúbicos
de agua al año (la demanda de 150 mil personas).
El agua tendría que ser extraída del
acuífero del Valle de San Luis Potosí
(VSLP), no obstante que un estudio reciente de Semarnat
y Conagua establece que el acuífero está
altamente sobreexplotado, que se está extrayendo
agua de hasta mil años de antigüedad
y que por ello no deben ser autorizadas industrias
con alta demanda de agua. De hecho, desde 1961 hay
decretos presidenciales que restringen la explotación
de ese acuífero. A ello se suma el riesgo
de contaminación, ya que Minera San Xavier
pretende utilizar 16 toneladas de cianuro de sodio
al día, lo que significa que al final de
su vida útil decenas de miles de toneladas
de tóxicos serán abandonadas y la
empresa no se hará responsable.
A la fecha, el proyecto ha infringido
diversos amparos y aún no cuenta con la autorización
del Instituto Nacional de Antropología e
Historia, aunque obtuvo una autorización
totalmente ilegal por parte de la Secretaría
de Medio Ambiente y Recursos Naturales.