Madrid,
30 de mayo de 2006.– WWF/Adena quiere compartir
con los ciudadanos su preocupación por el
uso descontrolado de substancias químicas
fabricadas por el hombre y que se encuentran ya
casi en cualquier producto u objeto de uso cotidiano
en los hogares. Las evidencias de su toxicidad y
efectos nocivos para la salud, además de
los efectos negativos en los sistemas naturales,
resultan cada día más incontestables.
Para alertar sobre este problema que aumenta continuamente,
WWF/Adena ha lanzado un test que cualquier persona
puede realizar en su página web
Test sobre tóxicos
El test de WWF/Adena tiene como
objeto hacer reflexionar sobre los comportamientos
cotidianos que nos llevan a incorporar substancias
tóxicas en nuestro organismo, así
como los hábitos que se deben adoptar para
protegerse de ellas. Este test on line forma parte
de la campaña DetoX de esta organización
ambiental que pretende detener la contaminación
por tóxicos sintéticos puestos en
el mercado sin garantías, asegurando que
la nueva normativa europea sobre registro, evaluación
y autorización de substancias químicas
importadas y producidas en Europa (REACH) elimine
los productos que supongan un serio peligro para
el medio ambiente y la salud humana y los substituya
por alternativas inocuas, cuando ello sea posible.
Actualmente resulta comúnmente admitido que
el 86% de los compuestos químicos que se
comercializan a gran escala en Europa no han pasado
por un proceso de análisis suficiente para
garantizar su inocuidad. Sin pausa se lanzan al
mercado bienes de consumo tan familiares como ordenadores,
televisiones, sillones, papel, automóviles,
juguetes, alimentos o cosméticos que contienen
substancias químicas recién desarrolladas
por la industria. Un cuerpo de investigaciones científicas
cada vez más importante revela que estos
compuestos se acumulan en el organismo humano y
aumentan las evidencias de que pueden provocar el
desarrollo de diversos tipos de cáncer, muchas
alergias, problemas respiratorios, mutagénesis
y alteraciones reproductivas y de desarrollo.
La nueva propuesta de normativa
europea REACH –que se votará en otoño
de 2006 en el Parlamento y el Consejo Europeos-
sólo beneficiará a la salud y al medio
ambiente si es suficientemente estricta. La industria
química, lejos de apoyar el control de los
tóxicos peligrosos, por cuya liberación
algún día se le podrían pedir
cuentas, ha presionado continuamente a todo tipo
de instituciones europeas para debilitar la normativa
REACH final. La industria pretende no estar obligada
a dar información sobre las propiedades tóxicas
de las substancias que produce ni ha substituir
las más peligrosas. Resulta muy preocupante
para nuestro medioambiente y nuestra salud que el
Consejo de Ministros Europeo quiera seguir permitiendo
el uso de las substancia más tóxicas.
Según WWF/Adena, hace cinco
años la propuesta REACH representaba una
oportunidad única para reformar la política
europea de substancias químicas, pero de
aquella primera propuesta queda muy poco. WWF/Adena
pide que fabricantes e importadores estén
obligados a cambiar los productos más dañinos
por substitutos más seguros y que informen
suficientemente de la seguridad de las distintas
substancias para permitir la toma de decisión
informada, pudiendo identificar las alternativas.