09 mayo
2006 - Ciudad de México, México —
Productos de uso cotidiano como perfumes, alfombras,
electrónicos y ropa contienen químicos
peligrosos que están afectando tu sexualidad.
Un informe de Greenpeace ha identificado daños
como reducción en el conteo de esperma, aumento
de la infertilidad y anormalidades genitales en
bebés. Se trata de un reporte que podría
titularse: Todo lo que usted no quería saber
sobre el sexo...
El informe "Frágil:
nuestra salud reproductiva y la exposición
química" recopila los resultados de
estudios científicos que muestran, por primera
vez, un cuadro exhaustivo sobre el incremento de
desórdenes en la salud reproductiva, debido
a la creciente presencia de productos químicos
en nuestras vidas.
Los estudios, realizados sobre
contaminantes orgánicos persistentes (COP)
y otras sustancias químicas peligrosas, han
demostrado que los recuentos de esperma han bajado
a la mitad en los últimos 50 años
en muchos países y que el descenso continúa
en 1 por ciento anual; que ha aumentado en 20 por
ciento la esterilidad del esperma; que el recuento
de esperma en jóvenes europeos es muy bajo;
que la infertilidad afecta actualmente a entre 15
y 20 por ciento de parejas en países industrializados
(hace 30 años era 8 por ciento), y que las
niñas llegan a la pubertad a edades cada
vez más tempranas. Además, el cáncer
de testículos se ha vuelto común.
Greenpeace encontró en
la sangre de adultos y de niños una amplia
gama de sustancias químicas sintéticas
elaboradas por los seres humanos y encontró
que, por lo general, la placenta no suele actuar
como barrera contra las sustancias químicas
presentes en el cuerpo de la madre. Se ha descubierto
que tanto el líquido amniótico en
el que se desarrollan los fetos como el flujo sanguíneo
hallado en el cordón umbilical contienen
sustancias químicas peligrosas. Muchos de
los desórdenes causados por la exposición
a químicos se manifiestan desde que el bebe
está en el útero e inmediatamente
después de nacer.
"Estas investigaciones evidencian
el vínculo entre la exposición química
y los daños en nuestro sistema reproductivo.
Cualquier sustancia química que tenga potencial
para dañar a los humanos debe ser retirada
y sustituida por opciones seguras", dijo David
Santillo, coautor del informe y miembro de la Unidad
Científica de Greenpeace.
Los productos y sus amenazas
Entre los productos identificados
se encuentran los productos de higiene personal
y los cosméticos (que contienen alquilfenoles,
polímeros, disolventes y fijadores); productos
de las industrias eléctrica y electrónica,
vehículos, textiles y muebles (a los que
se incorporan retardantes de flama bromados); biberones,
discos compactos, resinas epoxi, usadas en el empaquetado
de comida (con policarbonato); plásticos
(con bisfenol A); fragancias para detergentes, telas,
acondicionadores, agentes de limpieza, ambientadores,
cosméticos como jabones, shampúes
y perfumes (con almizcles sintéticos).
El mayor riesgo estriba en que
la mayoría de los químicos que se
utilizan comercialmente nunca han sido probados
para garantizar que sean seguros para la salud humana
y el ambiente.
"Este tipo de investigación
debe ser considerada para enlistar sustancias químicas
que actualmente no han sido incluidas en el inventario
de emisiones de nuestro país (el Registro
de Emisiones y Transferencia de Contaminantes)",
afirmó Marisa Jacott, coordinadora de la
campaña de tóxicos de Greenpeace México.