Madrid,
21 de junio de 2006.- Según WWF/Adena, tanto
los aires de victoria de los países a favor
de la caza de ballenas, que creen haber dado el
primer paso para levantar la moratoria, como la
defensa de los defensores de ballenas que constatan
la continuidad de la prohibición de la caza
comercial de ballenas, sólo distraen del
hecho fundamental: a pesar de la prohibición,
cada año se matan más ballenas que
nunca. Ese es el único dato importante que
sigue igual.
La Dra. Susan Lieberman, Directora
del Programa Mundial de Especies de WWF/Adena, se
pregunta: “Aparte de la retórica y el posicionamiento
de las facciones que hemos visto estos días,
realmente poco se ha conseguido para las ballenas.
Desde la reunión del año pasado, Japón,
Noruega e Islandia han matado casi 2.000 ballenas.
Según datos obtenidos sobre el terreno, una
ballena o un delfín muere arponeado, capturado
o ahogado en redes pesqueras cada minuto que pasa.
¿Dónde está la conservación?”.
El mayor conflicto en esta reunión
ha sido la propuesta japonesa de “normalización”
de la Comisión Ballenera Internacional (CBI).
Según los nipones, este organismo debe volver
a lo que ellos consideran su “propósito original”
de 1949, como mero regulador de la caza de ballenas,
sin ninguna preocupación por la conservación
de las ballenas. Los países a favor de la
caza de ballenas obtuvieron una estrecha mayoría
(33 a 32, con la abstención de China) en
favor de esta propuesta, que ha sido llamada la
“Declaración de St Kitts y Nevis”.
La declaración intenta
cuestionar la base científica tras la adopción
de la moratoria de 1986, deshacerse de las organizaciones
no gubernamentales e, incluso, legitimar el argumento
científicamente aberrante de que las ballenas
son las responsables del declive de los stocks pesqueros.
Muchos de los países que
votaron contra la resolución pidieron que
constara en las actas su oposición. De los
17 países miembros de la UE, sólo
Dinamarca votó a favor de la propuesta. Por
su parte, Japón anunció que organizará
una reunión en febrero sólo para países
que apoyen “el consumo sostenible de los stocks
balleneros”. WWF/Adena cree que el mejor uso sostenible
de las ballenas es el que no las mate, principalmente
el turismo de observación de ballenas que
proporciona mayores beneficios económicos
a las comunidades costeras por todo el mundo.
WWF/Adena cree que la CBI necesita
algunas reformas y ha hecho circular un documento
que pide su modernización, con el fin de
alinearla con las leyes y tratados ambientales modernos.
Una encuesta de opinión
encargada por WWF/Adena muestra que en 10 países
del Pacífico y Caribe la mayoría de
las personas están contra la reanudación
de la caza comercial de ballenas, a pesar de las
ayudas al desarrollo millonarias de Japón
y la avalancha de relaciones públicas.
Carlos Vallecillo