19 junio
2006 - San kitts y nevis — Sin sustento científico,
las naciones a favor de la matanza de ballenas,
lideradas por Japón, aprobaron una resolución
que culpa a los cetáceos de acabar con las
pesquerías y poner en riesgo la salud alimentaria
de las poblaciones costeras. Greenpeace, tras rechazar
esta clase de afirmaciones, anunció que regresará
al Santuario Ballenero Austral el próximo
invierno para defender a las ballenas.
"Las naciones balleneras
sostienen la falsa noción de que estos cetáceos
consumen demasiados peces, al grado de amenazar
la seguridad alimentaria de los países costeros.
La aprobación de semejante resolución
es una burla a la credibilidad de la Comisión
Ballenera Internacional. Es como si culpáramos
a los pájaros carpinteros de la deforestación",
afirmó Alejandro Olivera, coordinador de
la campaña de océanos de Greenpeace
México.
Dicha resolución pone en
riesgo el Santuario Ballenero Austral, que ha estado
amenazado durante casi dos décadas por la
Agencia de Pesquerías de Japón, que
en más reciente temporada de cacería
decidió unilateralmente matar casi mil ballenas,
con permisos "científicos" autoconcedidos.
A su cuota de 935 ballenas minke y 10 ballenas de
aleta planea sumar a fines de año 50 ballenas
jorobas, especie que se encuentra amenazada. La
CBI debe impedir esa cacería.
Greenpeace, que regresará
al Santuario Austral para defender a las ballenas,
hace un llamado a los gobiernos del planeta para
que actúen y no dejen en manos de japón
y sus aliados el futuro de las ballenas.
La vergonzosa lista negra
Las 33 naciones que promovieron
y aprobaron la resolución que considera a
las ballenas como una amenaza son: Dinamarca, Islandia,
Japón, Corea, Noruega y la Federación
Rusa, respaldados por Antigua y Barbuda, Benin,
Camboya, Camerún, Cote d’Ivoire, Dominica,
Gabón, Gambia, Grenada, Guinea, Kiribati,
Mali, Islas Marshall, Mauritania, Mongolia, Marruecos,
Nauru, Nicaragua, Palau,St Kitts y Nevis, St. Lucia,
St. Vincent y las Grenadinas, Senegal, Islas Solomon,
Surinam, Togo y Tuvalú. Guatemala estuvo
ausente en la votación y China se abstuvo
de votar.
Las 32 representaciones que votaron
en contra fueron: Argentina, Australia, Austria,
Bélgica, Belice, Brasil, Chile, República
Checa, Finlandia, Francia, Alemania, Hungría,
India, Irlanda, Israel, Italia, Luxemburgo, México,
Mónaco, Holanda, Nueva Zelanda, Omán,
Panamá, Portugal, San Marino, República
Eslovaca, Sudáfrica, España, Suecia,
Suiza, Reino Unido, Estados Unidos.
La reunión de la Comisión
Ballenera Internacional, día a día
Día 1
El 16 de junio, Japón tuvo un revés
al fracasar su intento de que las votaciones se
realizaran de manera secreta. Por consenso se decidió
que todas las votaciones fueran abiertas, decisión
que no favorece los intentos de Japón de
presionar a los países que reciben ayudas
niponas para que respalden sus propuestas dentro
de la CBI. Al menos en esta primera etapa, Japón
no tuvo éxito.
Día 2
El 17 de junio fracasó la propuesta para
cazar 150 ballenas minke y 150 ballenas de aleta
en aguas costeras de Japón.
Día 3
El 18 de junio fue aprobada una resolución
que acepta que el consumo de peces por las ballenas
afecta a la seguridad alimentaria de las naciones,
lo que justifica la cacería. Se avala la
cacería en países donde la seguridad
alimentaria se considere "en riesgo",
aun cuando la población de esas naciones
no consuma ballena (esta misma resolución
añade que las organizaciones no gubernamentales
son una amenaza). La propuesta de eliminar el Santuario
Ballenero Austral fracasa.
Día 4
El 19 de junio fue rechazada la propuesta de expulsar
a Greenpeace como observador de la reunión
de la CBI. Se acordó que la seguridad de
las embarcaciones no es atribución de la
CBI (debido a la embestida de la flota ballenera
japonesa a un barco de Greenpeace, en enero pasado).