Madrid,
7 de junio de 2006– El sistema europeo de comercio
de emisiones no será responsable de la pérdida
de puestos de trabajo ni de una disminuición
de la competitividad en Europa, manifiesta un informe
de WWF/Adena. En comparación con otras herramientas
para alcanzar los objetivos de Kioto, el comercio
de emisiones europeo es la opción más
económica para reducir las emisiones de los
sectores industriales y, a su vez, puede tener efectos
positivos en la competitividad.
WWF/Adena ha encargado un informe
al Centro de Investigación de Economía
Europea (ZEW, Alemania) para analizar los estudios
científicos y modelos existentes sobre el
impacto que tendrá el comercio de emisiones
en el empleo y la competitividad. El análisis
muestra que las advertencias catastrofistas de las
consecuencias del comercio de emisiones expresadas
por empresas y asociaciones industriales de algunos
sectores carecen de justificación.
“Hoy WWF/Adena revela que la mayor
parte de la propaganda de la industria sobre el
impacto negativo del comercio de emisiones es alarmista
y basada en la desinformación y en ideas
equivocadas”, comenta Stephan Singer, Responsable
de Política Energética y Clima de
la oficina europea de WWF/Adena. “Industrias como
la siderurgia, química y algunas empresas
eléctricas continuan lamentándose
y pintan un escenario económico catastrofista.
Pero ahora sabemos que un adecuado comercio de emisiones
no perjudicará la competitividad europea.”
Dadas la obligaciones legales
de los países europeos bajo el Protocolo
de Kioto, la inacción no es una alternativa.
El estudio de ZEW muestra que el comercio de emisiones
es el método de regulación con una
mejor relación coste-beneficio, comparado
con otras políticas de control. Si los países
tuvieran que cumplir con sus compromisos de Kioto
sin la flexibilidad para participar en el comercio
de emisiones, esto implicaría un incremento
en los costes.
En relación a las consecuencias
del comercio de emisiones sobre el empleo, el informe
sostiene que la pérdida total de empleo apenas
será perceptible si lo comparamos con escenarios
sin regulación para reducir emisiones, algo
que no es una opción, como afirma WWF/Adena.
Si se compara el impacto del comercio de emisiones
con el de otras regulaciones para alcanzar los objetivos
de Kioto, ZEW puntúa esta como la mejor alternativa.
“En un país como España,
tan alejado del cumplimiento del Protocolo de Kioto
, es necesario que además de las imprescindibles
reducciones internas de emisiones, el gobierno haga
el mejor uso del comercio de emisiones diseñando
un Plan Nacional de Asignación con límites
mucho más estrictos para que las empresas
cumplan con su parte de responsabilidad. Un adecuado
comercio de emisiones es la herramienta más
económica para alcanzar reducciones importantes
de CO2 en el sector industrial.” afirma Mar Asunción,
Responsable del Programa de cambio climático
de WWF/Adena.
Basándose en la mejor información
disponible, el estudio encargado por WWF/Adena es
una contribución documentada y realista al
frecuente debate irracional sobre el comercio de
emisiones. Tal como demuestra, en el peor caso,
los impactos del comercio de emisiones en el empleo
y en la competitividad serán modestos pero
menores a cualquier regulación alternativa
para frenar las emisiones de los sectores industriales.
Al fomentar el gran potencial
de innovación, WWF/Adena considera que el
comercio de emisiones europeo puede tener dos efectos
positivos a relativamente bajo coste: una contribución
significativa en las reducciones de CO2, si los
planes de asignación son suficientemente
estrictos, y un cambio estructural en algunos sectores
para encaminar a Europa hacia un futuro libre de
carbono.
Notas al editor
• “Desmintiendo mitos: Comercio
de Emisiones, competitividad y empleo” (Clearing
the Mist – EU ETS, Competitiveness and Employment)
• “The Impacts of the European
Emission Trading Scheme on Competitiveness and Employment
in Europe” (Impactos del comercio de emisiones en
la competitividad y en el empleo europeo) resumido
y completo se puede encontrar en inglés aquí.
• En 2005, el sistema europeo
de comercio de emisiones entra en vigor. El sistema
es una pieza clave para que los estados miembros
de la UE cumplan con sus obligaciones legales bajo
el Protocolo de Kioto. La UE se ha comprometido
bajo el Protocolo de Kioto a reducir los gases de
efecto invernadero en un 8% entre 2008 y 2012 (respecto
a las existentes en 11000). El comercio de emisiones
europeo se aplica a las emisiones de dióxido
de carbono (CO2) de las instalaciones industriales
de los siguientes sectores: energía (sector
eléctrico y refino), siderurgia, cemento,
cal, tejas y ladrillos, azulejos y baldosas, vidrio,
pasta de papel, y cartón. Cubre las grandes
industrias mas emisoras de CO2 dentro de la UE,
unas 12.000 instalaciones y a casi la mitad del
total de las emisiones de CO2 de Europa.
• En estos días se decide
el nuevo Plan Nacional de Asignación (PNA),
que define cuantos derechos de emisión de
CO2 se dan a las industrias para el período
comprendido entre 2008 y 2012. Muchas industrias
están presionando para que se les concedan
más derechos de emisión utilizando
principalmente argumentos económicos. Sin
embargo, la carencia de límites más
estrictos pondría en riesgo el cumplimiento
los objetivos de Kioto de la UE y de los objetivos
a largo plazo para la UE.
• Cibercampaña para pedir
al Gobierno compromisos más estrictos de
reducción de emisiones de CO2,
Artículo: Sonia Cervello