22 junio
2006 - Nueva Aldea, Chile — Nueva Aldea, 21 de junio
de 2006.- En una acción sin precedentes Greenpeace
bloqueó el acceso principal a la planta de
celulosa Nueva Aldea junto a 30 activistas encadenados
a las ruedas de un camión. Simultáneamente
un grupo de 6 escaladores desplegó un lienzo
desde 100 mts de altura, en la torre de caldera
del interior de la planta donde se leyó:
CELCO: BASTA DE CONTAMINAR. Además sobre
el camión se ubicó un contenedor de
3 toneladas en el cual otros 12 activistas se encadenaron
de los brazos.
La actividad de comenzó
a las 11 de la mañana, continuaba hasta las
10 de la noche, con la presencia de el alcalde de
Trehuaco, personas de las comunidades afectadas,
y un fuerte resguardo policial, a causa de la negtiva
a dialogar de la empresa. Los activistas se preparan
a pasar la noche en el lugar, tras recibir el apoyo
de los senador Avila, Horbath y Navarro.
Bajo el marco de esta acción, Greenpeace
presentó un documento que recopila gran parte
del Prontuario Ambiental de CELCO, incluyendo su
planta en Argentina Alto Paraná y el mismo
complejo Nueva Aldea. “Estos antecedentes son el
reflejo de la irresponsabilidad corporativa de CELCO.
Es por esto, y la desconfianza que nos demuestra
la empresa, que exigimos que no se inicien las operaciones
hasta que se cuenten con las reales garantías
de que este complejo no cometerá graves daños
ambientales como los que hemos recopilado”, señaló
Samuel Leiva Coordinador de Campaña de Greenpeace.
La organización exige que
el complejo no inicie sus actividades fijadas para
fines de este mes, hasta que se cumplan sus demandas.
“Lo que estamos haciendo hoy es el trabajo del Estado.
La misma autoridad ha señalado que esta planta
pone en riesgo la salud de las personas, el medio
ambiente y la economía local de más
de 45.000 ciudadanos, al verter los residuos tóxicos
al río”, agregó Leiva.
Greenpeace exigió a CELCO
que no descargue sus residuos organoclorados al
río Itata, ya que estos son altamente tóxicos,
dañinos y peligrosos, y que se comprometa
a cambiar su tecnología de blanqueo a una
que no contenga sustancias cloradas.
Los dardos no sólo apuntaron
a la empresa. Greenpeace exigió también
al gobierno que se comprometa a fortalecer la legislación
nacional existente, principalmente la referida al
decreto 90, a fin de que la regulación chilena
incorpore las sustancias tóxicas como los
AOX (compuestos organoclorados). Además la
ONG exigió que se efectúe un nuevo
estudio ambiental a la planta, siendo que el complejo
no es el mismo que se evaluó, sino que presenta
variaciones buscando un aumento en su capacidad
de producción.
“Nos quedaremos esperando que
CELCO y la autoridad respondan estas exigencias,
que son el reflejo de lo que la comunidad ha solicitado
en innumerables ocasiones. No estamos dispuestos
a esperar un nuevo desastre ambiental para que se
lleven a cabo estas medidas”, puntualizó
Leiva.
Todas estas demandas fueron entregadas
en un documento de compromiso a la Gerencia de CELCO
y la Intendencia de la 8va Región.