23 junio
2006 - Buenos Aires, Argentina — Una interpretación
falaz permitió trasladar el uranio a Córdoba
La Comisión Nacional de Energía Atómica
(CNEA) avasalló la Constitución porteña
y logró liberar y transportar anoche hacia
Córdoba los nueve contenedores con uranio
que habían ingresado el viernes pasado al
puerto de Buenos Aires.
La CNEA amparándose en
una falaz interpretación del artículo
26 de la Constitución porteña que
prohibe el tránsito de sustancias radiactivas
por la Ciudad Autónoma y sólo lo autoriza
para aquellos casos en que el destino del material
sea “industrial” o “medicinal”.
A través de un comunicado
de prensa publicado en su sitio web, la CNEA afirmó
que el material importado será destinado
a la “fabricación de elementos combustibles
para los reactores nucleares argentinos que generan
desde energía eléctrica hasta radioisótopos
para aplicaciones en uso médico”.
Sin embargo, “la fabricación
de elementos combustibles” para la producción
de energía nuceloeléctrica no se encuentra
dentro de los usos industriales identificados por
Autoridad Regulatoria Nuclear (ARN) (1)
La CNEA se valió de un
vacío legal provocado por la falta de reglamentación
del artículo 26 de la Constitución
porteña para forzar la salida de los contenedores,
ocurrida anoche en el marco de un sigiloso operativo
que contó con la complicidad de las autoridades
nacionales.
“La corporación nuclear
ha dado otra vez más muestras de su escasa
voluntad de discutir una política para el
sector de cara a a la sociedad. Ha avasallado la
Constitución porteña con el único
objetivo de seguir sosteniendo una industria energética
sucia, obsoleta y peligrosa”, expresó Juan
Casavelos, coordinador de la Campaña de Energía
de Greenpeace.
“Destacamos el compromiso demostrado
por la Defensoría del Pueblo, el Poder Ejecutivo
y la Legislatura porteña en la imprescindible
defena de la Constitución de la Ciudad frente
a los atropellos de la CNEA”, sostuvo Casavelos.
Para Greenpeace, a partir de este
caso se plantea la necesidad de discutir seriamente
en le ámbito de la Legislatura porteña
la reglamentación del artículo 26
a los efectos de evitar interpretaciones falaces
que permitan que se siga avasallando la letra de
la Constitución de la Ciudad.
El uranio, proveniente de Houston
(Estados Unidos), ingresó el viernes a la
terminal número 3 del Puerto de Buenos Aires,
desde donde fue trasladado al depósito fiscal
de la empresa Tefasa, ubicado en Av. Elvira Dellepiane,
esquina Juan Lavaisse, en la Dársena Sur
del Puerto de Buenos Aires.
El mineral tiene como destino
la planta de la empresa Dioxitek S.A. en Córdoba,
donde será utilizado para la elaboración
de dióxido de uranio, materia prima para
la elaboración del combustible nuclear de
las centrales atómicas de Atucha I y Embalse.
— Greenpeace
(1) El “Informe Anual (1999)”
de la Autoridad Regulatoria Nuclear (ARN) identifica
como “instalaciones médicas, industriales
y de investigación y docencia” a: “ciclotrón
y línea de producción de radioisótopos
para pet, ciclotrón de producción,
instalaciones para diagnóstico y tratamiento
médico, laboratorios de producción
de generadores de tecnecio, planta de fabricación
de fuentes para gammagrafía, centros de medicina
nuclear, laboratorios de diagnóstico ‘in
vitro’, medidores industriales, uso de radioisótopos
en la exploración y explotación petrolífera,
gammagrafía industrial, centros de investigación
y docencia” y deja expresamente fuera de estas actividades
a la producción de energía nucleoeléctrica.