Barcelona,
21 de junio de 2006.- WWF/Adena ha celebrado en
Barcelona un encuentro con cocineros y personalidades
del mundo del vino reunidos en favor del corcho.
El evento ha tenido lugar en el restaurante de Mey
Hofman, una de las 23 figuras internacionales de
la cocina española que participan en esta
nueva iniciativa. El mensaje transmitido a los asistentes
al acto ha sido claro: el corcho es el mejor material
para tapar las botellas y su utilización
es fundamental para mantener vivos los alcornocales,
su economía, biodiversidad y valores socioculturales,
únicos en el mundo.
WWF/Adena, gracias a la colaboración
del Instituto Catalán del Corcho, ha reunido
a 23 figuras internacionales de la cocina que dan
su apoyo a la campaña“Corcho Sí. Alcornocales
Vivos”. El objetivo de esta iniciativa es llamar
la atención del sector vinícola y
los consumidores, pidiéndoles que elijan
botellas tapadas con corcho. WWF/Adena contactará
con las bodegas más importantes de nuestro
país instando a que utilicen tapones de corcho
frente a los de otros materiales como el plástico,
que están introduciéndose progresivamente
en el mercado español.
Recientemente, WWF/Adena presentó
su informe “¿Corcho amenazado?” donde se
recoge que la supervivencia de los bosques de alcornoque
depende, en gran medida, del mercado de los tapones
de corcho. Asimismo, el futuro de muchas especies
protegidas, como el lince ibérico, el ciervo
de Berbería o el águila imperial ibérica,
podría verse aún más amenazado.
El escenario menos pesimista prevé
para 2020 una disminución en la producción
de tapones de corcho respecto a 2005. Esto supondría
que más de un millón de hectáreas
hoy productivas perderían interés
para sus propietarios, dejarían de gestionarse
y podrían abandonarse o convertirse a otros
usos. WWF/Adena advierte que los alcornocales sufrirán
una grave crisis y que, si no se actúa con
urgencia, en los próximos años seremos
testigos de la pérdida de un patrimonio natural
y cultural irreemplazable.
Raquel Gómez, coordinadora
del Programa Alcornocales de WWF/Adena, declaró:
“para evitar la crisis económica y ambiental
que supondría el descenso de la producción
de tapones de corcho, es indispensable que el sector
vinícola siga apostando por este material
y que el de la cocina y la restauración apoye
y promueva el vino tapado con corcho entre los consumidores”.
Por su parte, Mey Hofman, representante
de los Maestros Cocineros, concluyó: “El
tapón de corcho cerrando una botella de vino
da imagen de calidad y de seguridad alimentaria.
Con él, se deduce que la bodega cuida el
producto”.
Maestros cocineros que han participado
en la iniciativa: Mey Hofman, Ferrán Adriá,
Martín Berasategui, Pedro Subijana, Fabián
Martín, Juan Mª Arzak, Pedro y Marcos
Morán, Germans Roca y Gonzalo Herrero, Montse
Estruch, Nando Jubany, Pere Bahí, Carles
Gaig, Elena Arzak, Sergi Arola, Joaquín Felipe,
Benvingut Aligué, Jaime Font, Pere Castells,
Andoni Luis Adúriz.
Información útil
sobre el corcho:
- El corcho es la corteza del
alcornoque y se extrae cada 9 años, como
mínimo, sin cortar ningún árbol.
Es un material natural, renovable, biodegradable
y reciclable. Los tapones de corcho sustentan una
economía sostenible tradicional muy arraigada
en la región mediterránea y representan
casi el 70% del valor total de la industria del
corcho. Cada año se producen y venden a la
industria vinícola más de 15.000 millones
de tapones de corcho. A su vez, los alcornocales
proporcionan un medio de vida a unas 100.000 personas
en los países productores: España,
Portugal, Argelia, Marruecos, Italia, Túnez
y Francia. WWF/Adena cuenta con un programa internacional
que se desarrolla tanto en los países que
tienen alcornocales como en los que consumen sus
productos.
La extracción de corcho
es una actividad sostenible, mientras que la producción
de tapones sintéticos es dañina desde
un punto de vista ambiental: consume mucha energía
y depende de la industria del petróleo. Por
eso, WWF/Adena lanzó en 2005 su campaña
“Corcho Sí. Alcornocales Vivos” para impulsar
a las bodegas a elegir corcho, conscientes de la
contribución ambiental y social de su elección
y del beneficio que una imagen comprometida con
la naturaleza puede reportarles.
Coral García