Greenpeace
pide a la Comisión Ballenera Internacional
que impida que continúen en el futuro las
presiones hacia la reanudación de la caza
de ballenas
21 junio 2006 - St. Kitts, Internacional
— La reunión anual de la Comisión
Ballenera Internacional (CBI) que terminó
ayer noche en St. Kitts ha concluido sin que Japón
e Islandia hayan podido levantar la moratoria sobre
la caza comercial de ballenas, para lo que se necesita
que el 75% de sus miembros voten a favor. Greenpeace
demanda a la CBI que no siga por este camino emprendido
por los países interesados en la caza comercial
de ballenas y no permita que sigan comprando los
votos de los países más pobres para
levantar la moratoria.
Ayer por la tarde, mientras se
llevaba a cabo el final de la reunión de
la CBI, una protesta pacífica llevada de
Greenpeace fue bruscamente interrumpida por las
autoridades, quienes arrestaron a 10 activistas
y a la tripulación del buque de Greenpeace
Arctic Sunrise. Los activistas intentaban llamar
la atención sobre el número de ballenas
cazadas durante la última temporada en el
Santuario Antártico, cuya caza se enmascaró,
como cada año, bajo el nombre de caza científica.
En la protesta participaron activistas y parte de
la tripulación del buque de Greenpeace Arctic
Sunrise, al que denegaron la entrada en aguas de
St. Kitts cuando llegó el fin de semana pasado.
Los activistas llegaron a la playa de North Frigate
Bay, St Kitts, mediante zodiacs y pretendían
crear un “cementerio de ballenas” simbólico
colocando 863 colas de ballena de cartón,
en representación del total de las capturas
estimadas por Japón para temporada del año
pasado en el Santuario Ballenero Antártico.
Además, los activistas fueron detenidos por
la policía muy rápidamente después
de que llegaran a tierra y actualmente continúan
detenidos en la comisaría de St Kitts esperando
a conocer sus cargos.
“Es ridículo que mientras
se permite la compra de votos de naciones pobres
para levantar la moratoria a la caza comercial de
ballenas, sin embargo, se arreste a los que quieren
proteger a las ballenas y al entorno en el que viven”,-declaró
Sebastián Losada, actualmente a bordo del
buque Esperanza en el Mediterráneo,- “Es
el momento de que los países del mundo se
den cuenta de que no deben continuar por este peligroso
camino hacia la reanudación de la caza de
estos cetáceos.”
— Laura Pérez