Madrid,
28 de junio de 2006.- 160 voluntarios, 4 espacios
naturales privilegiados y WWF/Adena son los ingredientes
de un verano diferente. Con ellos se integran los
ya conocidos campos de voluntariado de WWF/Adena.
Estas experiencias duran una semana y ofrecen la
oportunidad de participar en actividades de conservación
en los Parques Nacionales de Sierra Nevada y Cabañeros,
junto al Archipiélago Chinijo o el Refugio
de Rapaces de Montejo de la Vega.
Colaborar de forma activa en la
conservación y mejora de estos espacios naturales,
es el objetivo al que se van a sumar este verano
160 voluntarios. Serán 7 días de trabajo
en cada uno de estos espacios naturales en los que
se combinarán actividades de conservación,
de formación y de sensibilización
relacionadas con la conservación de los distintos
ecosistemas representados en cada espacio natural.
En el Refugio de Rapaces de Montejo
de la Vega (Segovia) se realizarán dos campos
de una semana cada uno, desde el 1 al 14 de julio.
La propuesta para las actividades de conservación
son censos y actividades de mejora del hábitat
de la nutria, revisión de plantaciones, mantenimiento
del comedero de buitres y, en general, tareas de
seguimiento y defensa de diferentes especies del
refugio. Este año los campos reciben el apoyo
de la Junta de Castilla y León.
Por otro lado, del 19 al 27 de
agosto se realizará el Campo de Sierra Nevada
(Granada), y en septiembre le toca el turno a Cabañeros
(Ciudad Real). Los Campos en estos dos parques nacionales
forman parte de un programa de voluntariado más
amplio, "Plántate con WWF/Adena",
que la organización desarrolla dentro del
Plan de Acción del Voluntariado del Organismo
Autónomo Parques Nacionales. Este programa
está centrado en la recuperación de
ecosistemas forestales degradados, y durante los
campos se realizarán actividades como la
recogida de semilla de especies forestales, trabajos
en viveros, inventarios de flora, actividades de
restauración en zonas incendiadas de Almería
y otras actividades complementarias en la conservación
de los bosques.
Además, realizaremos 18
turnos de voluntariado de una semana en el Archipiélago
Chinijo (Canarias), en el que todos los años
se realiza -con ayuda de voluntarios- la campaña
de conservación de la pardela cenicienta
(ave en peligro de extinción) en el archipiélago.
Su labor consistirá principalmente en labores
de vigilancia de nidos en esos meses críticos
para su reproducción, entre otras. Este año
esta campaña se desarrolla dentro del Plan
de Acción del Voluntariado del Organismo
Autónomo Parques Nacionales.
Los espacios naturales son
el soporte de la vida silvestre y conservarlos es
tarea de todos. El voluntariado ambiental nos brinda
la oportunidad de fomentar la participación
de la sociedad en el cuidado y conservación
de estos refugios de biodiversidad.
María Ruiperez