21 julio 2006 - Internacional
— Ante el horror que nos produce la actual situación
en Oriente Próximo, Greenpeace expresa su
oposición a la guerra y a la violencia. Greenpeace
se opone a la guerra en cualquier lugar del mundo
como método para resolver conflictos. El
camino para la Paz nunca puede basarse en el uso
de las armas, que sólo traen más dolor
a la población y más violencia.
Sólo la cooperación
y el diálogo pueden llevar una Paz duradera
a la región. Greenpeace trabaja desde hace
años en Oriente Próximo en defensa
del medio ambiente y de la Paz. Consideramos que
la mejor aportación de nuestra organización
a la paz es continuar con nuestro trabajo en la
zona.
Desde 1986, Greenpeace trabaja sin descanso por
un Mediterráneopacífico, limpio y
sostenible. Precisamente en estos momentos el buque
insignia de la organización, el Rainbow Warrior,
se encuentra en la región haciendo campaña
en defensa del medio ambiente y de la Paz. En su
última acción en el puerto de Estámbul,
el Rainbow Warrior desplegó una enorme pancarta
con el texto "Peace Now" (Paz Ahora),
exigiendo una salida pacífica y urgente al
actual conflicto.
Greenpeace tiene oficinas tanto
en Israel, como en Líbano y otros paises
de la región. Durante años, los activistas
de Greenpeace de un lado u otro de la región
trabajan juntos en defensa de la ecología
y de la Paz, mostrando día a día que
esa cooperación no es sólo necesaria
y deseable, sino que además es posible. El
Mediterráneo debe ser un mar de Paz y no
de guerra.
La escalada de violencia que se
está produciendo en la región ha causado
ya la muerte de cientos de personas, en su mayor
parte civiles, y el desplazamiento de decenas de
miles que se han visto obligados a abandonar sus
hogares. Una vez más el dolor de la guerra
se ceba en la población civil. No a la Guerra.