04 agosto
2006 - Ciudad de México, México —
En lo que se considera una medida sin precedente,
el gobierno sueco decidió cerrar 4 de los
10 reactores nucleares que operan en ese país.
Esta medida fue tomada tras un desperfecto en la
planta nuclear de Forsmark, ubicada a cien kilómetros
de Estocolmo, que estuvo cerca de provocar la fusión
del reactor y, en consecuencia, una catástrofe
radioactiva.
La semana pasada ocurrió
un apagón de duró 20 minutos durante
el cual no entró en operación el sistema
de respaldo de energía en la planta nuclear
de Forsmark, lo cual provocó el sobrecalentamiento
del reactor nuclear. De haber prevalecido esta falla
habría ocasionado la fusión del reactor
y una explosión con funestas consecuencias
para toda la región. Por ello, las autoridades
suecas decidieron clausurar la planta. A los pocos
días, debido a la gravedad del incidente
y ante la posibilidad de que ese tipo de falla técnica
sea genérica en otras plantas nucleares que
utilizan sistemas similares, el gobierno clausuró
otros tres reactores nucleares suecos.
“Desafortunadamente este problema
no se restringe a cuatro reactores suecos, Greenpeace
ha documentado incidentes similares ocurridos en
diversos países. Por esta razón es
urgente una investigación en los 443 reactores
que operan en 31 países alrededor del mundo”,
afirmó Jan Van de Putte, coordinador de la
campaña de energía nuclear de Greenpeace
internacional.
Un reporte publicado por Greenpeace
en 2005 documenta los riesgos asociados a las fallas
de los sistemas de respaldo, mismos que se han presentado
en diversas plantas nucleares en Alemania y Estados
Unidos. Recientemente se han descubierto incidentes
similares ocurridos en Bélgica, donde 2 de
3 sistemas de respaldo fallaron en una prueba oficial
realizada en julio de 2005.
El mal funcionamiento de los sistemas
de respaldo puede causar la explosión del
reactor nuclear durante una falla eléctrica
o un apagón, pues en esas condiciones el
operador nuclear pierde control sobre el reactor
y no tiene la capacidad de activar los sistemas
de enfriamiento, esto deriva en el sobrecalentamiento
del reactor hasta su fusión y el subsecuente
escape de radiación nuclear al ambiente.
Un documento oficial de la Comisión
Reguladora Nuclear de Estados Unidos revela que
50% de los posibles escenarios donde puede ocurrir
la fusión de un reactor comienzan con una
falla en el suministro eléctrico. Durante
el apagón que ocurrió en Estados Unidos
y Canadá en 2003 salieron de operación
20 reactores nucleares. Debido a las fallas de los
sistemas de respaldo de suministro eléctrico
nos encontramos en una situación de alto
riesgo en donde fácilmente puede ocurrir
un accidente nuclear de dimensiones catastróficas,
afirmó Van de Putte.
El incidente ocurrido en Suecia
llevó al Ministerio de Medio Ambiente alemán
a revisar si existen defectos técnicos similares
en las plantan nucleares que operan en Alemania.
México, a la retaguardia
Pese a lo anterior, las autoridades
mexicanas pretenden invertir 800 millones de dólares
en la ampliación de la nucleoeléctrica
de Laguna Verde, planta que ha sido severamente
criticada incluso por la World Association of Nuclear
Operators (WANO). Además, el gobierno mexicano
trabaja en un plan nuclear, sin previa consulta
pública, para añadir 5300 MW nucleares
al sistema eléctrico mexicano, lo cual significaría
crear 2 o 3 nucleoeléctricas nuevas.
“Esto revela la carencia
de un plan energético de largo plazo que
sea sustentable económica, social y ambientalmente.
La energía nuclear es inherentemente peligrosa,
contaminante y cara. En su lugar, el gobierno debe
fomentar el aprovechamiento de las energías
renovables”, afirmó Arturo Moreno, coordinador
de la campaña de energía y cambio
climático en Greenpeace México.