18 agosto
2006 - Estrecho de Guimaras, Filipinas — El petrolero
Solar 1, fletado por la compañía Petron,
se hundió el viernes 11 de agosto en el Estrecho
de Guimaras, en Filipinas, con más de 2 millones
de litros de petróleo en sus bodegas. Se
estima que el buque ha vertido ya unos 200 mil litros
provocando la mayor marea negra en la historia de
este país, misma que amenaza con causar graves
daños al medio ambiente y a los medios de
vida de los pobladores locales.
En un acuerdo con los servicios
guardacostas y con otros grupos, el barco de Greenpeace
MY Esperanza y su tripulación llevarán
a cabo una evaluación del sudeste de la Isla
de Guimaras, la zona más afectada por la
marea negra donde se encuentra una reserva de gran
valor ecológico. Asimismo, el Esperanza transportará
material de limpieza y equipos de contención
a las unidades del servicio de guardacostas filipino
que trabajan sobre el terreno, así como material
de ayuda donado para las comunidades afectadas.
El barco de Greenpeace y su tripulación
trabajarán también con científicos
y expertos en ecología marina para llevar
a cabo una evaluación del impacto del vertido
y determinar el daño causado en áreas
de elevado valor ecológico.
“Nuestra principal preocupación es colaborar
para minimizar de forma efectiva los impactos de
este desastre sobre el medio ambiente marino y sobre
los medios de vida de la población. Llevará
años limpiar y rehabilitar las zonas afectas”,
ha declarado Von Hernandez, director de campañas
de Greenpeace en el Sudeste Asiático. “En
este sentido, reiteramos nuestra demanda de que
el gobierno obligue a Petron y sus socios a hacerse
cargo de los costos asociados con este desastre”,
añadió.
La reserva marina de la Isla de
Takong ha sido uno de los lugares más afectados
por la marea negra. Se trata de un lugar de alimentación
y reproducción de gran número de especies.
Alberga 29 especies de coral, 144 especies de peces,
7 especies de fanerógamas marinas y 3 especies
de mangle.
El Esperanza se encuentra en el
Sudeste Asiático como parte de la expedición
en barco más ambiciosa de la historia de
Greenpeace: En Defensa de Nuestros Océanos.
En esta campaña el Esperanza ha visitado
ya aguas antárticas, donde se ha enfrentado
a la flota ballenera japonesa; África Occidental,
donde ha denunciado el papel de la pesca pirata
en la destrucción de los recursos pesqueros
africanos; las Islas Azores, para documentar la
gran biodiversidad de los ecosistemas profundos;
el Mediterráneo, donde ha denunciado la sobrepesca
del atún rojo; el Mar Rojo, para denunciar
el impacto de la urbanización de la costa
sobre los ecosistemas marinos; y la India, en donde
ha trabajado en la protección mediante reservas
marinas de zonas de alto valor ecológico.