Madrid,
16 de agosto de 2006.- En vísperas de la
Semana Mundial del Agua (20-26 agosto), WWF/Adena
advierte que la crisis del agua –tradicionalmente
considerada un problema de los países pobres-
se está agudizando cada vez más en
los países más ricos del mundo. El
informe de la organización mundial de conservación
“Rich countries, poor water” constituye una de las
primeras panorámicas completas de los problemas
del agua en los países desarrollados.
El informe pone de manifiesto
como la combinación de cambio climático,
sequías, mala gestión del agua y pérdida
de humedales, unido a una irracional creencia en
las infraestructuras hidrológicas, ha transformado
esta crisis en auténticamente mundial. La
crisis no diferencia entre países ricos y
pobres. El informe trata los problemas del agua,
sus causas y efectos en países como Australia,
Estados Unidos, Japón, Reino Unido y España.
Jaimie Pittock, Director del Programa
Internacional de Agua de WWF/Adena, señaló:
“La riqueza económica no se traduce en abundancia
de agua. El agua tiene que ser utilizada de modo
más eficiente en todo el mundo. La escasez
y la contaminación son cada día más
comunes y la responsabilidad de encontrar soluciones
descansa hoy día tanto en los países
ricos como en los pobres”.
Europa está sufriendo sequías
recurrentes, y en el Mediterráneo los regadíos
y el turismo están poniendo en peligro sus
recursos hídricos. En Australia, el continente
más seco del mundo, la salinización
constituye una amenaza de primera importancia para
sus zonas agrícolas clave.
A pesar de las grandes precipitaciones
propias de Japón, la contaminación
de las reservas hídricas constituye un problema
muy generalizado. En muchas regiones de los Estados
Unidos, se utiliza más agua de la que se
renueva naturalmente. Estas situaciones se verán
irrevocablemente agravadas por la disminución
de las precipitaciones, el aumento de la evaporación
y los cambios en el deshielo que produce el cambio
climático.
Algunas de las ciudades más
sedientas del mundo, como Houston y Sidney utilizan
más agua de la que almacenan. En Londres,
las fugas y pérdidas debidas al envejecimiento
de las conducciones podrían llenar 300 piscinas
olímpicas cada día o, utilizando otra
comparación, la tercera parte del agua que
se quería trasvasar del Ebro a Levante .
Resulta interesante destacar que otras ciudades
con menores problemas de agua, como Nueva York o
Madrid mantienen una larga tradición de protección
de sus cuencas y de zonas verdes y naturales en
su entorno.
Pittock añadió:
“La nueva generación de economías
en rápido desarrollo económico tienen
la oportunidad de no repetir los errores ya cometidos,
y evitar la destrucción y el deterioro de
los ecosistemas acuáticos. Por desgracia,
la inmensa mayoría de esos países
parecen ya estar seducidos por gigantescos planes
de infraestructuras, como las grandes presas, sin
preocuparse por si esos proyectos realmente van
a satisfacer las necesidades o tener costos humanos
y naturales inaceptables”.
En Brasil, a pesar del liderazgo
mundial que ostenta su plan de recursos hídricos,
permanecen interrogantes sobre las presas del río
Madeira. India, cuya agricultura está amenazada
por la sobreexplotación de sus acuíferos,
promueve un Proyecto de Interconexión de
Ríos que podrá afectar a la vecina
Bangladesh. China ha despertado la preocupación
internacional por la dimensión y los costes
ecológicos y humanos de algunos de sus desmesurados
planes de infraestructuras, como la construcción
de 105 grandes embalses solo en la cuenca del Yangtze.
Guido Schmidt, Responsable de
Agua de WWF/Adena, concluyó: “La crisis de
agua en los países ricos prueba que los recursos
económicos y las infraestructuras no constituyen
ningún seguro contra la escasez, la contaminación,
el cambio climático ni las sequías.
Resulta evidente que no existe ningún sucedáneo
a la protección de los ríos y sus
zonas húmedas”.
La agudización de la crisis
del agua tanto en países pobres como ricos,
constituye una llamada de alarma para volver a la
protección de la naturaleza como fuente de
agua. Mientras nos aproximamos a la Semana Mundial
del Agua, los gobiernos han de encontrar soluciones
para todos los países, con independencia
de su nivel de desarrollo. Esas soluciones pasan
por la reparación de las infraestructuras
envejecidas, la reducción de la contaminación
y el cambio de los regadíos.
Notas:
El Informe “Rich countries, poor
waters” es uno de los primeros trabajos internacionales
que analiza los problemas comunes del agua en los
países ricos. Incluye una serie de casos
de estudio en Australia, Estados Unidos, Japón,
Reino Unido y España que ilustra con datos,
detalles, imágenes y gráficos. A partir
del día 16 de agosto podrá bajarse
de: www.panda.org/freshwater . Antes de esa fecha
puede solicitarse directamente a WWF/Adena.
El Informe resume en tres ideas
básicas lo ‘qué debería hacer
el mundo desarrollado con su agua’: aplicar los
acuerdos internacionales sobre el agua, cambiar
nuestra actitud frente al agua y tratar la gestión
del agua de modo transparente, participativo y basado
en información científica objetiva.
Al final del Informe, se explican brevemente las
12 herramientas para una mejor gestión del
agua.
Guido Schmidt