Ciudad
Real, 5 de septiembre de 2006.- La Audiencia ha
confirmado íntegramente la condena contra
Isidro Martín Salazar por utilizar cebos
envenenados en 2003 en el coto de su propiedad en
Ciudad Real.
El uso de veneno constituye un
delito por su carácter indiscriminado, masivo
y de gran efecto destructivo para la fauna. La sentencia,
contra la que ya no cabe recurso, ratifica así
los ocho meses de prisión y los tres años
de inhabilitación para la caza para este
titular cinegético. La nueva conciencia judicial
ante estos delitos de graves consecuencias para
las especies amenazadas se debe, en gran medida,
al largo y constante trabajo de WWF/Adena durante
años en la persecución legal de estos
delitos ecológicos.
Desde 1999, esta es la cuarta
condena penal en Ciudad Real por utilización
de cebos envenenados. Dos de estas condenas han
recaído sobre personas vinculadas a conocidas
empresas cinegéticas de la provincia. Tal
es el caso de Alejandro Maroto Ruiz, copropietario
de la firma Valcaza S.A (asociada a perdices Altube),
condenado hace siete años por usar cebos
envenenados en el término de la Solana. La
otra, en 2004, recayó sobre Javier González
Gómez de “Cacerías Javier” por haber
cometido el mismo delito en la finca Las Casillas,
en Moral de Calatrava. La condena restante se produjo
en 2002 contra el guarda de caza de la finca “Huébras
de los Ortiz” en Montiel. En tres de estos cuatro
casos, WWF/Adena ha ejercido la acusación
popular.
Actualmente, la organización
mundial de conservación mantiene la acusación
en otros dos casos en Campo de Montiel. En uno de
ellos, el Juzgado de Instrucción de Villanueva
de los Infantes ha admitido la medida cautelar solicitada
por WWF/Adena. Esta medida tiene como fin evitar
que se repita el delito e impedir que se obtenga
un beneficio ilícito. Para adoptar esta medida
se han tenido en cuenta los informes de la Consejería
de Medio Ambiente de Castilla-La Mancha. En ellos
consta el hallazgo de 227 cebos envenenados en el
coto denominado Pozo Esteban (Torre de Juan Abad),
que fueron colocados a instancias de dos miembros
de la sociedad arrendataria.
Los cebos envenenados son la principal
causa de muerte para especies amenazadas como el
águila imperial ibérica y el buitre
negro, para las que la comarca del Campo de Montiel
y aledaños es una de sus áreas de
presencia más importante en el mundo.
Luios Suárez