Madrid,
14 de septiembre de 2006.- Tras más de 14
años de espera, la Consejería de Medio
Ambiente y Ordenación del Territorio de la
Comunidad de Madrid ha presentado a información
pública, en pleno periodo vacacional, un
borrador del plan de recuperación del águila
imperial. Según WWF/Adena este documento,
para cuya elaboración no se ha contado en
ningún momento con la participación
de las asociaciones de conservación de la
naturaleza, no protege el hábitat de la especie
de su principal amenaza en Madrid: el continuo crecimiento
de las urbanizaciones en su hábitat natural
y, por ello, no protege adecuadamente la especie.
Las águilas imperiales
de la Comunidad de Madrid suponen el 14% de la población
mundial de la especie (datos de 2002). Tienen pues
una importancia extraordinaria para su supervivencia
y presentan una concentración inusual, dados
el pequeño tamaño de la región
y la fuerte urbanización que soporta. Según
WWF/Adena el Plan de Recuperación de la especie
debería fijarse tres objetivos fundamentales:
1) poner a salvo lo que aún queda del hábitat
de una de las aves de presa más amenazadas
del planeta; 2) conservar las mejores poblaciones
de conejo en la Comunidad, de las que la Imperial
depende como predador especializado; 3) Reducir
la mortalidad actual, principalmente causada por
venenos y tendidos eléctricos.
En cuanto al primer objetivo,
el Plan sólo establece una protección
incompleta para los montes que denomina áreas
críticas, de las cuales hace una delimitación
reducida. De esta protección parcial se excluyen,
inexplicablemente, lugares de gran importancia en
toda la Sierra de Madrid. Para el resto de áreas
incluidas en el Plan -que denomina sensibles, por
su importancia como zonas de alimentación,
campeo o dispersión juvenil- no establece
ningún tipo de protección frente a
la amenaza del urbanismo y las obras públicas,
pese a reconocer su importancia fundamental para
la supervivencia de la especie.
Toda esta falta de salvaguardas
frente a alteraciones irreversibles del hábitat
deja claro que el Plan no pretende proteger muchos
de los últimos reductos silvestres y bien
conservados de la Comunidad, donde campean las águilas
imperiales. Como ejemplo de algunas de las áreas
excluidas del Plan, se pueden mencionar zonas de
gran valor en Galapagar, Collado Villalba, Torrelodones,
Moralzarzal, Colmenar Viejo o San Agustín
de Guadalix. También destaca la exclusión
de la zona de El Garzo en las Rozas, lindante con
el Monte de El Pardo, de extraordinaria importancia.
El defecto más llamativo,
aunque no único, respecto a la recuperación
del conejo y su hábitat lo constituye la
exclusión de las mejores poblaciones de conejo
de la Comunidad, situadas al Sur y Suroeste de la
Provincia, en los valles del Tajo y Tajuña,
sobre suelos yesíferos. Estas poblaciones
están fuertemente amenazadas por continuas
reforestaciones, promovidas por la propia Consejería,
que están alterando estos hábitats
desde hace más de veinte años.
Por último, el Plan carece
de un compromiso económico serio que lo haga
creíble; un claro ejemplo de ello es la indefinición
presupuestaria de medidas clave, como las relacionadas
con el incremento de la vigilancia contra el veneno
o con la reducción de mortalidad por tendidos
eléctricos, principales causas de muerte
de la especie en la Comunidad de Madrid.
Para Carlos Cano, del programa
de especies de WWF/Adena: “El plan de recuperación
del águila imperial en Madrid no garantiza
la conservación de la especie, ya que carece
de elementos básicos como la protección
del hábitat”. Por ello, continúa el
experto: “WWF/Adena exigirá a la Consejería
de Medio Ambiente una profunda revisión de
este borrador con la participación de las
entidades conservacionistas”.
Artículo: Luis Suárez