Hinojos
(Huelva), 20 de septiembre de 2006.- Los planes
de crecimiento urbanístico propuestos por
los municipios de Doñana amenazan el equilibrio
ecológico de la comarca. Por esa razón,
WWF/Adena cree imprescindible que se realice antes
de la aprobación de estos proyectos una evaluación
ambiental conjunta. Asimismo, exige que el órgano
de participación del Parque Nacional y Parque
Natural de Doñana estudie con detenimiento
las consecuencias que estos cambios tendrían
sobre la conservación de ambos espacios protegidos.
Los crecimientos urbanísticos
que plantean los municipios de Doñana, muy
superiores al crecimiento natural de su población,
suponen una nueva y grave amenaza para la conservación
de los valores naturales de la zona. El caso más
llamativo es el de Aznalcázar, que actualmente
no alcanza los 4.000 habitantes y quiere aumentar
las viviendas en el municipio en un 909%; Igualmente,
Rociana plantea crecimientos en viviendas de más
del 200% y Pilas o Villamanrique reclaman duplicar
el número de viviendas en sus núcleos
urbanos. En caso de que se desarrollen y ocupen
todas los edificios planteados, la comarca pasaría
de los 180.000 habitantes que acoge actualmente
a 340.000, lo que supondría un aumento de
un 89%.
A juicio de WWF/Adena, la presión
que esto supondría sobre Doñana no
puede asumirse en la actualidad. De hecho, para
poder cuantificar los efectos de estos planes y
dotar a la administración de herramientas
y datos para regularlos, sería imprescindible
realizar una evaluación ambiental de todo
su conjunto en la Comarca de Doñana, no de
uno en uno, como se viene haciendo hasta el momento.
Además de la ocupación
de suelo y de las inversiones de los ayuntamientos
para dotarlos de servicios y equipamientos, estos
cambios llevarán aparejados una mayor demanda
de agua y energía, generación de residuos
sólidos y de aguas residuales y utilización
de vehículos. Cabe recordar que ya existen
problemas de abastecimiento de aguas y de depuración;
asimismo, los residuos son un asunto candente y
el elevado tráfico por las carreteras de
Doñana supone un grave riesgo para la fauna.
“Los crecimientos planteados no harán sino
empeorar la situación en detrimento de la
calidad de vida de los ciudadanos de la comarca,
arriesgando unos valores naturales únicos
en el mundo y que no podremos restaurar una vez
hayan sido destruidos por el hormigón”, afirma
Eva Hernández, Coordinadora de WWF/Adena
para Doñana.
En relación con el consumo
y la depuración de aguas, WWF/Adena ha solicitado
a la Consejería de Medio Ambiente que el
Patronato del Parque Nacional de Doñana informe,
al menos, de los planes urbanísticos de los
tres municipios con territorio en el Parque Nacional:
Aznalcázar, Hinojos y Almonte. Este último
a punto de aprobar su nuevo Plan General de Ordenación
Urbanística (PGOU).
La normativa vigente es muy clara
al respecto: cualquier actuación que pueda
afectar a la cantidad y la calidad de las aguas
dentro del Parque Nacional debe contar con el informe
preceptivo del patronato. Según WWF/Adena,
un consumo de 9.120 m3 más de agua al día
(3,3 hm3/año), lo que sumaría el crecimiento
planteado por los tres municipios, es suficientemente
significativo como para que se pronuncie el Patronato
o el nuevo órgano de participación
que se articule para los Parques Nacional y Natural.
Eva Hernández