Greenpeace
considera incongruente la reacción del PSOE
de Castilla y León ante el anuncio del cierre
de Garoña, en sintonía con los planteamientos
obsoletos del PP
20 septiembre 2006 - Madrid, España
— Greenpeace pide al Gobierno que no ceda ante la
presión del lobby de la industria nuclear
y no posponga por más tiempo la decisión
de cerrar las centrales nucleares, empezando por
la de Garoña, con graves problemas de seguridad.
En ese sentido Greenpeace lamenta
contradecir a la ministra de Medio Ambiente, Cristina
Narbona, quien ha manifestado que aún es
pronto para hablar del cierre de Garoña.
"El ecuador de esta legislatura
ya se ha cruzado sobradamente y el retraso en poner
en marcha el plan de cierre de las centrales nucleares
es ya manifiesto. Al contrario de lo que opina Narbona,
no es pronto para hablar del cierre de Garoña,
si no todo lo contrario y este retraso en cumplir
con el compromiso de abandonar la energía
nuclear empieza a ser decepcionante", afirmó
Juan López de Uralde, Director Ejecutivo
de Greenpeace.
Al margen de las declaraciones
de Narbona, Greenpeace califica de patética
e incongruente la reacción del PSOE de Castilla
y León, liderado por Ángel Villaba,
y en especial de sus responsables en Burgos, que
se han llevado hipócritamente las manos a
la cabeza con el anuncio de la decisión del
Gobierno de llevar a cabo el cierre de la central
de Garoña en 2009 y han hecho una serie de
pronunciamientos absurdos en contra del cierre de
la central.
"El PSOE de Castilla y León
no se diferencia un ápice de los retrógrados
y obsoletos planteamientos energéticos del
PP de esta Comunidad Autónoma y del Gobierno
regional", manifestó Carlos Bravo, responsable
de la campaña de energía nuclear de
Greenpeace.
Greenpeace quiere recordar al
PSOE de Castilla y León que el programa electoral
de su partido a las elecciones generales promete
abandonar la energía nuclear por "energías
más limpias, más seguras y menos costosas"
y que ese compromiso se ha reiterado claramente
por el Presidente del Gobierno en su discurso de
investidura y en el Debate del Estado de la Nación
de 2005 y 2006, donde Zapatero concretó que
antes del fin de esta legislatura presentaría
el plan de cierre de las nucleares.
Con respecto al PP y la Junta
de Castilla y León, es de resaltar el lenguaje
hipócrita y el falso compromiso de sus responsables
con el Desarrollo Sostenible, que supuestamente,
como plasman en sus propuestas legislativas (como
el reciente anteproyecto de Ley de Directrices Esenciales
de Ordenación del Territorio de Castilla
y León) es un eje rector de su política.
"Al PP de Castilla y León
se le llena la boca de la expresión "Desarrollo
Sostenible" y acto seguido ofrece el territorio
de la Comunidad Autónoma para albergar cementerios
nucleares y apuesta por la continuidad de instalaciones
tan peligrosas y contaminantes como la central nuclear
de Garoña"/, añadió Bravo.
Castilla y León necesita
de responsables políticos que apuesten de
verdad por un modelo energético sostenible
y entiendan, por ejemplo, que el potencial de las
energías renovables en Castilla y León
es tal que por sí solo podría autoabastecer
de energía a toda la España peninsular.
En efecto, la capacidad de generación
de electricidad con energías renovables en
el territorio castellano-leonés equivale
a 178 veces su demanda de electricidad proyectada
en 2050. Esta es la principal conclusión
relativa a Castilla y León del estudio de
Greenpeace "Renovables 2050: un informe sobre
el potencial de las energías renovables en
la España peninsular". En concreto,
su potencial en energía solar termoeléctrica
es tal que podría satisfacer por sí
sola 8 veces la demanda eléctrica de toda
la España peninsular.
*NOTA:* El informe "Renovables 2050" ha
sido realizado para Greenpeace por el Instituto
de Investigaciones Tecnológicas (IIT) de
la Universidad Pontificia Comillas.