Aguas
Negras, Descargas para la Destrucción de
de los Hábitats Costeros, Preocupaciones
de Interés Maxímo para los Océanos
y Mares.
Se Registra Buen Progreso, de
Cualquier Manera, para el caso de la Contaminación
Química y por Petróleo, señala
el Nuevo Reporte de Naciones Unidas para el Medio
Ambiente.
La Haya, 4 de octubre del 2006.
Una marea creciente de aguas negras amenaza por
mucho la salud y riqueza de demasiados mares y océanos
del mundo, señala un nuevo reporte del programa
de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA).
En muchos países en desarrollo
se estima que entre el 80 cerca del 90 por ciento
de las aguas negras que entran a las zonas costeras
se encuentran en bruto y sin tratar.
La contaminación –ligada
a las poblaciones costeras crecientes, a la infraestructura
de tratamiento inadecuada y al desperdicio de facilidades
de manejo- está poniendo en riesgo la salud
humana y la vida salvaje, así como los medios
de subsistencia desde la pesca hasta el turismo.
Existe también una preocupación
creciente sobre el daño y destrucción
de ecosistemas costeros económicamente importantes
como los bosques, arrecifes de coral y lechos de
pasto marino.
Los problemas contrastan puntualmente
con la contaminación por petróleo.
A nivel global, los niveles de desperdicios de petróleo
descargados de la industria y las ciudades se han
reducido en cerca del 90 por ciento.
Se han registrado otros éxitos
en el recorte de contaminación marina por
contaminantes orgánicos persistentes como
el DDT y las descargas de desperdicios radiactivos.
El estudio, llamado reporte del
Estado del Medio Ambiente Marino indica que se está
realizando un buen progreso total en tres de nueve
indicadores clave, el cual está mezclado
por dos de ellos, y que conduce en la dirección
equivocada hacia un cuatro adicional, incluyendo
las aguas negras, la basura marina y la contaminación
“nutriente”.
Los nutrientes, de fuentes como
la agricultura y los desperdicios animales están
“fertilizando” las zonas costeras, disparando el
florecimiento de algas tóxicas y aumentando
en el número de “zonas muertas” deficientes
en oxígeno.
Mientras tanto, el reporte apunta
áreas frescas que necesitan atención
urgente.
Éstas incluyen flujos decrecientes
en muchos de los ríos del mundo como resultado
de presas, de una sobre abstracción, y del
calentamiento global, así como nuevas corrientes
de químicos, el estado de los humedales costeros
y de agua dulce y el aumento en el nivel del mar
conectados con el cambio climático.
Los investigadores también
demandan monitoreo mejorado y colección de
datos en continentes como África, en donde
el nivel de informe sobre hechos duros y cifras
sobre la contaminación marina continúa
siendo fragmentado y miserablemente bajo.
El reporte ha sido compilado por
el Programa de Acción Global de PNUMA para
la Protección del Medio Ambiente Marino de
Fuentes Basadas en Tierra (PNUMA/GPA, por sus siglas
en inglés).
IGR-2 Beijing
Los descubrimientos se proporcionarán a los
gobiernos que asistan a una revisión intergubernamental
de la iniciativa GPA (por sus siglas en inglés)
que cuenta ya con 10 años, y que tendrá
lugar en Beijing, China, del 16 al 20 de octubre.
Achim Steiner, Sub Secretario
General de las Naciones Unidas y Director Ejecutivo
de PNUMA dijo hoy: “Una contaminación marina
estimada del 80 por ciento se origina en la tierra
y ésta podría aumentar significativamente
para el 2050 en caso de que, como se espera, las
poblaciones costeras se doblen en los próximos
40 años y la acción para combatir
la contaminación no se acelere”.
Dijo que el GPA (por sus siglas
en inglés) era la iniciativa clave, respaldada
por la comunidad internacional, para el fin de conservar
y revertir descensos en la salud de los océanos
y mares del mundo.
Actualmente más de 60 países
a través de los Continentes incluyendo África,
Asia y América Latina y el Caribe son ahora
parte de este esfuerzo global.
Muchos están integrando
al GPA (por sus siglas en inglés) a las estrategias
de desarrollo nacionales y algunos están
trabajando con países vecinos para desarrollar
una administración integrada de la zona costera.
“Pero, como lo muestra el nuevo
Estado del Medio Ambiente Marino, los viejos problemas
persisten, mientras que los nuevos, como las “zonas
muertas” ricas en nutrientes y los impactos del
cambio climático, están emergiendo.
Tenemos por lo tanto un largo camino que recorrer
desde el punto de vista político, técnico
y financiero, si es que deseamos heredar mares y
océanos saludables y productivos a la siguiente
generación”, dijo el Sr. Steiner.
Dijo que la reunión de
Beijing ofreció una oportunidad de oro para
que los donadores internacionales revisen sus estrategias
de planeación e inversión para asegurar
que son genuinamente amigos de lo marino.
El PNUMA/GPA (por sus siglas en
inglés) fue adoptado por los gobiernos en
1995. Se le asignó la tarea de asistir a
los gobiernos en el combate de los nueve problemas
costeros clave que evalúa el nuevo reporte.
Puntos importantes a partir del
Estado del reporte del Medio Ambiente Marino
El reporte señala que se ha logrado un buen
progreso en tres áreas.
Contaminantes Orgánicos
Persistentes – Estos son químicos industriales
de larga vida, pesticidas o productos relacionados
de combustión ligados con un amplio rango
de impactos sobre la salud humana y la vida salvaje.
Algunos países los prohibieron
hace dos décadas y 12 de estos químicos,
incluyendo el DDT y el bifenol policlorinado están
ahora siendo controlados bajo la Convención
de Estocolmo sobre los Contaminantes Orgánicos
Persistentes.
En el mar Báltico se ha
dado una reducción del 50 por ciento en las
cargas y niveles de contaminación, especialmente
de DDT y otros pesticidas; éstos están
también descendiendo en los ambientes marinos
de Sudamérica del este y del oeste.
Los niveles de varios contaminantes
orgánicos persistentes clave están
también descendiendo en el Atlántico
del Noreste, aunque algunos contaminantes, como
el bifenol policlorinado continúan encontrándose
por encima de los límites de la Unión
Europea.
El reporte apunta a ríos
tales como el Sena en Francia, el Schedlt y el Rin
en la frontera entre Bélgica y Los países
Bajos y el Ems en Alemania.
Un progreso menos excelente se
está llevando a cabo en el Ártico,
en donde los contaminantes orgánicos persistentes
tanto nuevos como antiguos entran a la cadena alimenticia
vía pescado y focas, así como en la
parte Oeste del mar Mediterráneo.
El Mar Caspio también se
destaca. Aquí, el DDT y un químico
llamado ENDOSUPHAN son una “causa seria de preocupación”.
La preocupación también
se subraya en algunas partes del Sureste de Asia
y el Pacífico del Sur –aquí los niveles
de algunos químicos persistentes son altos
en los sistemas de río y sedimentos de Malasia
y Tailandia.
Altas concentraciones de DDT y
sus productos en descomposición se encuentran
en Papúa Nueva Guinea y en las Islas Salomón
– el legado del control del mosquito malárico.
También se subrayan problemas
a lo largo de las líneas costeras del África
del Sub-Sahara, incluyendo el Océano Índico
en donde los países son fuertemente dependientes
de la agricultura, así como en los mares
de Asia del Este, en donde se producen los químicos.
Substancias Radioactivas
En 1993, la disposición del desperdicio radioactivo
de bajo nivel en el mar fue prohibida bajo la Convención
de Londres.
Liberaciones autorizadas provenientes
de instalaciones de ciclo de combustible nuclear
continúan en sitios como Sellafield en el
Reino Unido; La Haya, Francia; Trombay, la India,
y Toki-Mura, Japón.
Un problema potencial futuro es
el retiro del servicio activo de a flota nuclear
rusa.
Pero el reporte concluye que la
mayor parte de la contaminación proviene
de fuentes radioactivas naturales y que las medidas
para controlar a contaminación provocada
por el hombre están funcionando.
Petróleo
Una cantidad total menor de petróleo está
ahora entrando al medio ambiente marino si se le
compara con la mitad de los años 1980, a
partir de los cuales la contaminación se
ha reducido en dos tercios.
“El total de entradas de petróleo
descendió al 37 por ciento de los niveles
existentes en 1985”, con una baja en derrames originados
en accidentes de buques petroleros del 75 por ciento,
del 95 por ciento en operaciones de buques petroleros
y de cerca del 90 por ciento en descargas municipales
e industriales.
El reporte, de cualquier manera,
muestra preocupación en algunas áreas
como los ríos Árticos de Rusia; el
Báltico y el Golfo de Finlandia, así
como en el Golfo Pérsico. Asia.
El cambio climático y la
pérdida de hielo también están
abriendo el Papasaje Noreste a través del
techo del mundo a la navegación y a la exploración
de petróleo, aumentando el riesgo de contaminación
posterior.
La contaminación local
también es severa en las costas y alrededor
de los puertos en países como Bangladesh,
Indonesia, Malasia, Nigeria y Pakistán, como
resultado de los derrames.
El reporte apunta un “progreso mixto” en dos áreas
.
Metales Pesados
Se han introducido controles,
por parte de los países desarrollados, a
través de un rango amplio de metales pesados.
Sin embargo, nuevas cantidades
de substancias como el mercurio están entrando
al medio ambiente marino originadas en las economías
emergentes, como resultado de las operaciones industriales
y mineras, así como de la quema de combustibles
fósiles para la generación y de energía
y el transporte.
El reporte destaca la preocupación
por la salud humana en el Ártico. En algunas
áreas las concentraciones de mercurio son
ahora entre dos y cuatro veces más altas
en los cuerpos de elefantes marinos y ballenas beluga
que hace 25 años.
Otros metales pesados –ligados
al despliegue de convertidores catalíticos
en los automóviles, incluyendo el platino
y el rodio- son varias veces más altos de
lo que fueron hace algunas décadas.
“El efecto ambiental y en la salud
de estos metales no es bien conocido”, señala
el reporte.
Señala que la entradas
de plomo, cadmio y mercurio al Mar del Norte han
descendido en 70 por ciento, aunque la metas para
algunas otras substancias como el cobre y el tributyl-tin
–utilizado como un revestmiento anti-fouling en
los barcos no se han alcanzado.
Otras áreas de progreso
incluyen el Atlántico Noreste, en donde las
concentraciones de cadmio, mercurio y plomo en los
mejillones y el pescado han descendido a lo largo
de la década pasada, aproximadamente, así
como en el Mediterráneo, en donde está
surgiendo una tendencia similar.
De cualquier manera, permanece
la preocupación en lugares como el Mar Caspio,
en donde se descargan anualmente un estimado de
17 tons. De mercurio y cerca de 150 tons. De cadmio.
En los mares del Este de Asia,
el incremento en las cantidades de desperdicios
electrónicos –que pueden contener hasta 1,000
materiales diferentes, muchos de los cuales son
tóxicos- es un problema creciente, con una
cantidad de hasta nueve millones de baterías
descargadas anualmente.
Movilización de los Sedimentos
El movimiento de los sedimentos y de los suelos
está siendo dramáticamente alterado
por la construcción de presas, la irrigación
a gran escala, la urbanización, la pérdida
de bosques y los cambios en los usos de la tierra
ligados a la agricultura.
Algunas líneas costeras,
alguna vez alimentadas por cantidades regulares
de sedimentos por ríos se están contrayendo
debido a que los suelos están siendo atrapados
por presas río arriba.
Otros sufren precisamente por
la razón opuesta – cantidades artificialmente
grandes de sedimentos están deslizándose
por los ríos, atascando los lechos de pasto
marino, obstruyendo los arrecifes de coral y trabando
otros hábitats y ecosistemas costeros.
El reporte apunta al Mediterráneo,
donde los flujos del río se han reducido
en un 50 por ciento como resultado de interrumpir
estos flujos de sedimento a la costa por medio de
presas.
Los flujos de partículas
de suelo en el Río Ebro en España
han caído en un 95 por ciento y del Ródano
en el sur de Francia en un 80 por ciento.
En el Sur de Asia, aproximadamente
1.6 billones de toneladas de sedimento están
ahora el Océano Índico vía
ríos en el sub Continente Índico.
Las cargas de sedimento totales
en los ríos en Bangladesh son de 2.5 billones
de toneladas, de las cuales el Brahamaputra acarrea
1.7 billones de toneladas y el Ganges 0.8 billones
de toneladas.
En los mares del Este de Asia,
los niveles de cieno desaguándose en las
cuencas de los ríos es de tres a ocho veces
el promedio global.
Los estudios de Indonesia y Filipinas
estiman que el daño ambiental a los arrecifes
de coral excede por mucho a los beneficios económicos
de desmontar aquello que origina al cieno.
Se estima que en el Caribe Extendido,
las cargas de sedimento será de un Giga-tone,
o 12 por ciento del nivel global, siendo la deforestación
el detonante principal.
El impacto económico de
las cargas reducidas es severamente subrayada en
el Nilo. La construcción de la presa Aswan
en la década de los sesenta ha provocado
que cerca del 100 por ciento de los suelos y sedimenttos
queden atrapados detrás de la presa.
Ha ocurrido erosión en
la boca del Nilo y han habido descensos en la pesca
de sardina del 95 por ciento.
Se registra un Progreso Peor en
cuatro áreas.
Aguas Negras
Aproximadamente la mitad del agua de desperdicio
que entra al Mar Mediterráneo no está
tratada.
En la Europa Central y del Este,
un cuarto de la población está conectada
a algún tipo de planta de tratamiento, pero
muchas grandes ciudades descargan virtualmente agua
de desperdicio no tratada.
Alrededor del 60 por ciento del
agua de desperdicio descargada al Mar Caspio no
está tratada.
En América Latina y el
Caribe la cifra es de alrededor del 85 por ciento.
En Asia del Este la cifra es cercana
al 90 por ciento; en el Pacífico del Sureste,
por encima del 80 por ciento y en África
del Oeste y Central, el 80 por ciento.
En Asia del Oeste, entre países
como Bahrai, Iran, Irak, Kuwait, Saudi Arabia y
los Emiratos Árabes Unidos “las plantas de
tratamiento de aguas negras existen en todos los
países, pero el nivel de tratamiento varía
y la capacidad no es suficiente para tratar con
las cargas existentes”.
A nivel global, se requiere anualmente
un estimado de $56 billones extra para afrontar
el problema del desperdicio del agua.
“En el balance, tal vez sea el
problema más serio de todos dentro del marco
del GPA. También es el área en donde
se ha logrado menor progreso”, indica el reporte
Nutrientes
El número de zonas costeras muertas se ha
duplicado cada década desde 1960, con el
aumento ligado a los nutrientes –nitrógeno
y fósforo- que provienen de fuentes tales
como los escapes de fertilizante agrícola,
abono, aguas negras y quema de combustible.
“el sobre-enriquecimiento de los
nutrientes” puede llevar a muertes de peces salvajes
y de granja, a la degradación de los lechos
de pasto marino y arrecifes de coral, así
como al florecimiento de algas tóxicas.
Se espera que las exportaciones
de nitrógeno al medio ambiente marino desde
los ríos aumenten globalmente en un 14 por
ciento para el 2030, si se le compara con la mitad
de los años noventa.
El problema una vez más
se confinó en gran medida a los países
desarrollados, pero se está extendiendo a
los países en desarrollo.
Los ríos que corren a través
de Camboya, China, Malasia, Tailandia y Vietnam
derraman más de 600,000 toneladas de nitrógeno
a las aguas por encima de Sunda Shelf.
El florecimiento de algas tóxicas o “mareas
rojas” afectó 15,000 kilómetros cuadrados
de aguas internacionales en China en el 2001. Se
registran ahora problemas importantes en estuarios
y áreas costeras de las Filpinas.
Basura Marina
“El problema de la basura marina
ha empeorado de manera constante, a pesar de los
esfuerzos nacionales e internacionales para controlarlo”,
dice el reporte.
Los impactos incluyen amenazas
a la salud humana y la vida salvaje. La basura puede
dañar la apariencia estética de las
playas y sitios turísticos con implicaciones
económicas.
Las fuentes incluyen descargas
municipales, industriales, intermedios, de botes
pesqueros y de barcos. La mayor parte de la basura
no es bio-degradable.
La cantidad precisa de basura
es desconocida, pero se espera que aumente. Alrededor
del 70 por ciento de basura marina termina en el
lecho marino, 15 por ciento en las playas y otro
15 por ciento está flotando.
La “Limpeza Costera Internacional”
organizada por la ONG Conservación del Océano
recolectó más de seis millones de
piezas de basura que pesaba 4,000 toneladas en 100
países en el 2001.
Un ejemplo de costos proveniente
de la costa oeste de Suecia, en donde las municipalidades
gastan más de $1.6 millones al año
limpiando la basura de 3,600 km. de costa.
Alteración Física
y Destrucción de Hábitats
Cerca del 40 por ciento de la población mundial
vive en la franja costera, lo cual es sólo
un poco más del siete por ciento de la tierra.
Se espera que la densidad de población
promedio en la roseta de la zona costera aumente
de 77 personas por kilómetro cuadrado en
11000 a 115 en el 2025.
El crecimiento, en términos
de aumentos en el número de colonias, el
sobre-uso de los recursos marinos, la contaminación
y el daño y pérdida de ecosistemas
tiene serios impactos.
En el Mar del Norte, la arena
y la extracción de grava constituyen verdaderamente
un tema. El recobrarse puede tomarle una década
al lecho marino.
El impacto de nueva infraestructura
se subraya con un caso en Marruecos, en el Mediterráneo.
Un nuevo anclaje y puerto, construidos en los noventas,
cambió los niveles de sedimentos depositados
en las playas locales.
Como resultado Tanger perdió
más del 50 por ciento de sus estadías
nocturnas turísticas internacionales y los
artesanos locales perdieron un cuarto de sus negocios.
Cerca del 90 por ciento de los
arrecifes de coral en Asia del Sureste están
amenazados por la actividad humana y de los mangles
de la región –importantes para la defensa
costera y la pesca- están bajo agresión
por parte de estanques para la acuacultura y por
la agricultura.
Cerca de un tercio de los humedales
de Norteamérica se han perdido frente al
desarrollo urbano, con la agricultura reclamando
un cuarto extra.
Muchos países caribeños
han visto un deterioro de sus medios amientes costeros
como resultado de la minería de arena y de
la construcción de malecones y diques en
el mar. Las Islas Vírgenes (EUA), han perdido
la mitad de sus mangles en los últimos 70
años.
Las pérdidas en los hábitats
costeros en América Latina han impactado
la pesca. Un caso extremo es la reducción
del 90 por ciento en la pesca costera en el delta
del Río Magdalena de Colombia a lo largo
de las últimas dos décadas.
Se reportan pérdidas extensivas
de mangles en Ecuador y Colombia y de ciénagas
saladas en el Brasil del Sur.
El desarrollo agrícola
y urbano ha resultado en una pérdida del
50 por ciento de humedales en África del
Sur y del Oeste, mientras que alrededor del 80 por
ciento de los bosques de la Alta Guinea han sido
descampados.
Notas a los Editores
Para mayor información en la Revista Inter.
Gubernamental (IGR-2, por sus siglas en inglés)
en Beijing diríjase a www.gpa.unep.org
El Estado del Medio Ambiente Marino
y los reportes regionales también pueden
encontrarse en www.gpa.unep.org
Nick Nuttall / Robert bisset
/ Elizabeth Solomon